Xiaomi Corp. vendió más de 70 millones de teléfonos inteligentes el año pasado, con lo cual quedó muy por debajo de su objetivo y llevó a su fundador, Lei Jun, a decir a los empleados que concentraría la investigación en “cosas sofisticadas” como la robótica y la realidad virtual. El emprendimiento chino tenía como meta la venta de 80 millones de aparatos.
En un primer momento, Xiaomi pronosticó la venta de 100 millones de unidades, pero modificó luego la cifra después de que China se fijara la meta más baja en 15 años y los vendedores de imitaciones empezaran a quedarse con participación de mercado. Fue un golpe a la moral de la compañía, dijo Lei a los empleados.
“Nos fijamos un objetivo de 80 millones y de pronto se convirtió en una obligación”, dijo Lei. “Ante tanta presión, hicimos una modificación, y poco a poco desapareció el humor de todos los rostros”.
La firma fabricante de teléfonos inteligentes fue uno de los emprendimientos de mayor éxito de China de los últimos años, y la compañía llegó a tener una valuación de $45 mil millones.
