Este martes 25 de agosto está programada la audiencia al capitán y el primer oficial de la embarcación de bandera panameña MV Wakashio que encalló y posteriormente causó un derrame de combustible en las costas de isla de Mauricio en el océano Índico.
Ambas personas se mantienen detenidas desde la semana pasada para determinar las causas del accidente y si hubo negligencia por parte de la tripulación.
“Mientras estén las investigaciones en desarrollo ellos permanecen detenidos”, explicó el administrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Noriel Araúz.
El capitán es oriundo de India, mientras que el primer oficial es nativo de Sri Lanka. Entre el resto de la tripulación, que en total sumaban 20 personas, también hay nacionales de Filipinas.
Como parte de las investigaciones, el pasado viernes viajó a la isla de Mauricio el director de Marina Mercante de Panamá, Rafael Cigarruista y el jefe de Investigaciones Marítimas de la AMP, Daniel Jaramillo. “Se dará apoyo a las autoridades de Isla de Mauricio e iniciar la investigación por parte nuestra sobre lo ocurrido”, explicó Araúz.
El gobierno de Japón, país del cual es la embarcación, manifestó que va a colaborar con la investigación, además de que se hará responsable de los daños ocasionados por el derrame del combustible en el arrecife de las costas de la Isla de Mauricio, dijo Araúz.
La embarcación granelera, no llevaba carga, pero en sus depósitos tenía cerca de 4 mil toneladas de combustible para su operación. El buque venía de Asia y se dirigía a Brasil cuando encalló el 25 de julio. Se calcula que unas mil toneladas de combustibles fueron vertidas al agua, particularmente porque tras el encalle el barco se partió en dos, justo en el área donde estaba uno de los tanques con combustible. Luego del operativo de emergencia en el cual colaboraron países vecinos, se logró recoger parte del combustible vertido, sin embargo, la mancha negra sobre los arrecifes aún se puede ver a través de las que fueran las cristalinas aguas de ese lugar.
Pese a que el barco llevaba la bandera de Panamá, el país no tiene responsabilidad en los daños que haya causado el accidente. La responsabilidad del país de registro abierto se limita a que la embarcación cumpla con todos los convenios internacionales, además de los seguros tanto de la nave como de su tripulación.
El administrador de la AMP afirmó que la embarcación cumplía con todos los requisitos.
“Panamá es responsable de que los armadores y dueños de naves estén en regla con todos los seguros y todas las regulaciones internacionales”, afirmó Araúz.
Cada vez que se hace una inspección de Estado rector de puerto lo que se verifica es el cumplimiento de los convenios de la Organización Marítima Internacional. En 2019 el registro panameño cumplió en un 96.5% de las 16 mil 663 inspecciones que se hicieron a buques de bandera panameña, según la AMP.
Esta regulación aplica para todos los países de registro abierto. En el caso de Panamá, Araúz señala que uno de los atractivos es la red de 53 consulados de marina mercante en todo el mundo, además de las 14 oficinas regionales en el exterior.
Otro aspecto es que los dueños de carga se fijan en qué país abandera y cuál es su ranking en las listas que miden el cumplimiento de los convenios internacionales.
Hay otros aspectos como la tramitología. El registro panameño es administrado por una institución estatal, contrario a sus competidores (Liberia e Islas Marshall) que son administrados por empresas privadas. Araúz asegura que se ha mejorado mucho el uso de herramientas tecnológicas para el cobro y dar respuesta a los clientes. Ya se cuenta con un software de facturación conectado con todos los puertos. “Ya el funcionario va a tener poco acceso al dinero porque el usuario va a pagar a la cuenta”, agregó.