El gigante petrolero británico Shell indicó que la retirada de sus actividades en Rusia conllevará un impacto de entre 4 mil y 5 mil millones de dólares en depreciaciones y cargos en sus resultados del primer trimestre.
Tras la invasión rusa de Ucrania, el grupo anunció a finales de febrero que se desvinculaba de su participación en varios proyectos con el gigante del gas ruso Gazprom, unos activos valorados en 3 mil millones de dólares a finales de 2021.
A principios de marzo, Shell añadió que quería retirarse “gradualmente” del petróleo y del gas ruso. Shell abandonó la planta de Sakhalin II, que es propiedad y está operada en un 50% por Gazprom, además de otros dos importantes proyectos.