La junta directiva del Fondo de Ahorro de Panamá (FAP) advirtió de un conflicto de interés en la designación de Sol Bodden Muñoz, como directora.
En una carta dirigida al ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, la directiva señala que el nombramiento “presenta un evidente conflicto de interés y por consiguiente, podría deteriorar la percepción de gestor transparente e independiente que la junta directiva y la administración del Fondo han venido cultivando desde la creación del mismo”.
Bodden fue nombrada para formar parte de la directiva por el presidente de la República, Laurentino Cortizo, a través del decreto ejecutivo 363 de julio de 2020. El nombramiento fue aprobado por el pleno de la Asamblea Nacional el pasado 1 de febrero, luego de recibir el visto bueno de la Comisión de Credenciales, y estaría pendiente de tomar posesión ante el Ministerio de Economía y Finanzas.
El nombramiento fue cuestionado por los diputados independientes Gabriel Silva y Juan Diego Vásquez, por motivos que se recogen también en la carta de la junta directiva al ministro Alexander.
Bodden se desempeña como gerente de Tesorería en Capital Bank, y en la directiva del FAP ya se encuentra Moisés Cohen, quien es accionista y presidente de la junta directiva de este banco.
Es en esa relación de subordinación laboral entre la directora designada Bodden y el director Cohen, donde la directiva encuentra un conflicto de interés “obvio”, aunque esto no esté expresamente prohibido por la Ley 38 de 2012, que creó el FAP.
De los miembros de una junta directiva se espera una relación entre pares, y el hecho de que exista una relación laboral y con distintos niveles jerárquicos “causa un conflicto de interés porque sus decisiones pueden estar limitadas o presionadas por la otra persona”, comentó el diputado Silva.
Consultada por este diario, Bodden rechazó que exista un conflicto de interés porque ella no fue nombrada en la directiva en representación de Capital Bank.
Defendió que cumple con el perfil requerido para ejercer como directora del FAP, por formación y trayectoria profesional. Dijo que en los requisitos para ser director del FAP, la ley no hace referencia de elección por grupos económicos o gremios, ya que los fondos que se administran se invierten fuera de Panamá y ningún banco o grupo económico puede acceder o beneficiarse directa o indirectamente. En cualquier caso, añadió, “he manifestado mi decisión de retirarme del banco donde laboro, si pudiese existir un conflicto, que no los hay. Adicionalmente, como mujer profesional tengo independencia de criterio el cual me ha permitido alcanzar posiciones relevantes”.
La directiva del FAP también llamó la atención sobre el hecho de que Bodden es la esposa del exdirector del FAP, Julio Javier Justiniani, actual superintendente del Mercado de Valores.
Aunque este parentesco específicamente no está cubierto por las excepciones previstas en la ley, “a la junta directiva le preocupa las posibles implicaciones sobre la opinión pública que pueda generar que el cónyuge de un exdirector esté dentro del grupo de directores designados para reemplazar a varios exdirectores”.
Sobre este aspecto, Bodden dijo que tampoco habría conflicto de interés porque la Superintendencia del Mercado de Valores no supervisa el fondo.
De la situación alrededor del nombramiento está al tanto la Comisión Supervisora del FAP, un ente con representación de distintos grupos de la sociedad civil, que vigila las actuaciones de la directiva y la administración del FAP, y planea manifestar su posición ante el ministro.