Me encuentro por primera vez a los 29 años armando un currículum vitae para aplicar a trabajos en Estados Unidos. En el proceso, no puedo parar de pensar en algún estudio del que escuché que reportaba que las mujeres no aplicamos a trabajos para los que no cumplimos con todos los requisitos; y en cambio, los hombres sí. En esta era de fake news, citas de websites desconocidos y presuntos estudios que respaldan cualquier idea loca – me puse a investigar.
La idea originalmente surgió de un reporte interno de Hewlett Packard, que sugería que las mujeres aplican a trabajos cuando cumplen con el 100% de las calificaciones requeridas, a diferencia de los hombres, cuando cumplen con un 60%.
Este reporte se popularizó por libros como Lean In, de Sheryl Sandberg, COO de Facebook.
El ángulo con el cual este reporte se difundió fue la falta de confianza que tienen las mujeres en su desempeño en trabajos para los que no están calificadas. Sin embargo, Tara Mohr, experta en liderazgo femenino, publicó un artículo en el Harvard Business Review refutando esta idea.
Mohr entrevistó a mil personas y encontró que tanto hombres como mujeres respondieron que cuando no aplican a un trabajo es porque no creen que serán contratados para la posición. Mohr explica entonces que, la razón por la cual las mujeres no aplican a trabajos para los que no están 100% calificadas, tiene menos que ver con la confianza en su desempeño y más que ver con percepciones equivocadas de cómo hay que seguir las reglas y miedo al fracaso en el proceso de contratación.
Terminó mi “investigación”, regreso a la página de resultados y veo trabajos para los cuales no estoy calificada. Siento miedo e incertidumbre. Y aplico. Aplico aunque creo que no lo sabría hacer exactamente bien en el primer día, pero pensando que puedo aprender. Aplico aunque creo que tal vez no me contraten, pero pensando que no es imposible que alguien se fije en mí. Aplico por si acaso sí hay un sesgo de género y me rehúso a contribuir a esos números.
Si te encuentras buscando un trabajo o construyendo tu negocio, no te dejes invadir por el sentimiento de “no estar calificada”. Todo el mundo, toda su vida, ha estado ejerciendo roles para los que no estaban previamente calificados. Somos estudiantes, deportistas, parejas, artistas, profesionales, activistas, padres, inicialmente sin saber cómo hacerlo. En vez de autoexcluirte de cualquier oportunidad, demuestra tu potencial y prepárate para el reto. ¡La cosa no es solo sabiendo cómo se hace, la cosa es aprendiendo a hacerlo también!