En la recta final para que se termine la concesión por 25 años que recibió Panama Ports Company (PPC) en 1997, aparece uno de los mayores jugadores en las operaciones portuarias del mundo, dispuesto a invertir y administrar el puerto de Balboa.
APM Terminals, el brazo portuario del grupo AP Moller Maersk, con una larga trayectoria en la cadena de suministro, dice que Panamá es un sitio estratégico, y la presencia de la compañía en el lado pacífico panameño es importante.
Una declaración de este tipo marcaría una posible disputa comercial por la concesión que hoy ostenta PPC, empresa que tiene la opción de una renovación automática.
El contrato firmado entre el Estado panameño y PPC establece una renovación automática por 25 años, “siempre y cuando la empresa haya cumplido con todas sus obligaciones básicas de acuerdo con este contrato”. Esta es una de las condiciones que debe evaluar el Ejecutivo para determinar si otorga la concesión por otro periodo igual al mismo operador que en 2002 pidió una modificación del contrato, logrando que el gobierno de la entonces presidenta Mireya Moscoso (1999-2004) eliminara el compromiso que había asumido para pagar $22.2 millones anuales al Estado y el 10% de los ingresos brutos de la empresa, durante la vigencia de la concesión. Esa equiparación fue luego eliminada.
Hace tres semanas, la Contraloría General de la República presentó los resultados de una auditoría de cumplimiento del contrato con PPC y concluyó que la empresa ha hechos las inversiones a las cuales se había comprometido.
Pero advirtió que solo había pagado $8 millones en dividendos al Estado panameño por su participación accionaria del 10%, pese a que le correspondían $91 millones, ya que en casi 24 años de operación ha reportado utilidades por $909 millones.
Es decir, el Estado panameño no ha recibido $83 millones en concepto de utilidades.
La empresa ha dicho en múltiples ocasiones que sus utilidades han sido reinvertidas, y de allí la ínfima suma que ha recibido Panamá como accionista minoritario.
Dado el vencimiento del contrato en enero de 2022 y las revisiones del mismo, el gerente de PPC, Jared Heath Zerbe, solicitó a la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) que certifique la vigencia de la prórroga, a lo cual el administrador de la AMP, Noriel Araúz, respondió que “procederemos con base a lo que dicta la ley, con la obligación de cuidar y proteger los más altos intereses del país”.
“Evaluaremos su solicitud y las argumentaciones que la acompañan, al mismo tiempo de ponderar los efectos de toda decisión que se tome con relación a esta materia”, agregó Araúz.
Y justo en este momento, cuando las cartas no están echadas, Leo Huisman, CEO para América Latina de APM Terminals, revela el marcado interés que tienen en contar con operaciones portuarias en el pacífico panameño.
De abrirse la oportunidad que la concesión de Balboa y Cristóbal se licitara nuevamente, ¿estaría APM interesada en participar?
APM está seriamente interesada en inversiones en el lado pacífico de Panamá.
¿Creen ustedes que, de lograr la concesión de Balboa y Cristóbal, atraerían más carga de trasbordo a manejarse en Panamá?
Tomando en cuenta nuestras otras terminales de trasbordo, tenemos la certeza que nuestras inversiones atraerían más carga.
¿Podrían también aumentar el número de servicios semanales de alimentadores (feeders) y además algún servicio adicional a través del Canal, sea panamax o neopanamax?
Ofrecemos mejoras en la automatización de las terminales, con equipos de última generación e infraestructura adicional que optimizan las cadenas de suministro de extremo a extremo para los importadores y exportadores.
Estas inversiones catapultan la posición de Panamá como centro regional y apoyarán nuestra ambición conjunta de crear empleos adicionales y consolidar una plataforma logística, que permita a los panameños conectarse con diversos mercados del continente, Asia y Europa.
¿Estarían ofreciendo sus servicios a otras navieras o sería de exclusividad para los buques de Maersk?
APM Terminals opera 11 puertos en Latinoamérica y en todos servimos a todas las líneas navieras.
Con la experiencia que tiene en la operación portuaria, ¿cómo evalúa los servicios que ofrecen las terminales panameñas?
APM Terminals cuenta con dos décadas de experiencia en el manejo eficiente de puertos en todo el mundo. Nuestra red de 75 terminales nos permite evaluar las mejores prácticas y aplicarlas en diversas locaciones, logrando una operación óptima.
Por ejemplo, hemos implementado la primera terminal automatizada en Lázaro Cárdenas, en México, con una inversión de $700 millones y -justo este mes- estamos celebrando el segundo aniversario de Moin, en Costa Rica, donde se invirtió casi mil millones de dólares en una nueva terminal con todas las soluciones digitales para los exportadores e importadores. Operamos puertos hub dentro de nuestra red global, en sitios como Rotterdam, Tangier, Salalah, Said, etc., donde ofrecemos una operación uniforme que brinda beneficios con 10% o 20% de eficiencia a sus usuarios.
¿Hacen falta más ventanas para atender a buques portacontenedores en el lado Pacífico? Y para otros servicios: ¿ro-ro, granos, gas natural licuado?
Creemos, como es normal cuando se manejan líneas de suministro, que las ventanas requeridas sean concentradas en dos o tres días de la semana, de forma tal que Panamá cuenta con una posición competitiva en el Pacífico que se beneficiaría de más ventanas para atender buques.
En 2019, tras una reunión de representantes de la empresa con el presidente Laurentino Cortizo, Maersk expresó interés en el proyecto del puerto de Corozal que impulsaba la Autoridad del Canal de Panamá ¿Aún se mantiene?
APM Terminals está seriamente interesada en inversiones en el lado pacífico de Panamá.