Las ‘apps’ panameñas se vuelven industria

Las ‘apps’ panameñas se vuelven industria


En 2018 se descargaron en el mundo más de 194 mil millones de aplicaciones móviles o apps en dispositivos inteligentes, según el estudio The State of Mobile 2019, de la empresa App Annie, que analiza este mercado.

Las descargas significaron un gasto redondo de parte de los consumidores por más de $101 mil millones. Esta cifra involucra a Google Play y las descargas en Apple Store. La medición apuntaló un incremento de más del 75% en comparación con 2016.

Las apps de juegos son las más usadas. Significan el 74% del gasto global de los usuarios móviles. El restante 26% de las otras categorías crecieron 18% en suscripciones. Los segmentos de mayor crecimiento corresponden a reproductores de video y editores, entretenimiento, fotografía y aplicaciones de soluciones financieras.

En la industria del software, el diseño y desarrollo de apps trasciende a otros estadios con la integración de propuestas de inteligencia artificial, análisis de big data y machine learning, para absorber el aprendizaje y hábito de los usuarios y mejorar la interacción de los negocios.

En Panamá, la penetración de la telefonía celular, con más de 5.4 millones de abonados al servicio, aunado a la llegada de la tecnología de banda ancha y LTE, abrió las compuertas para el surgimiento de la industria local de desarrollo de aplicaciones móviles.

A esto se suma el surgimiento de un ecosistema emprendedor que apuesta por innovaciones tecnológicas y soluciones móviles para ofrecer productos, servicios y solucionar problemas a los consumidores.

Cristóbal Cortés, fundador de Degusta, aplicación pionera de su tipo que surgió en Panamá, cuenta que llegaron a tener aplicación móvil para Blackberry. Uno de los retos era la ausencia de empresas locales preparadas para crear estas herramientas digitales. “Tuvimos que buscar una empresa en Argentina. Desarrollamos apps para celulares en las primeras versiones de Android y de iPhone. Era muy difícil conseguir talento”.

Pero ese panorama tiende a cambiar. Cortés precisa que en el país hay empresas desarrolladoras de aplicaciones de forma básica, pero que si se trata sistemas más complejos sigue siendo difícil conseguir talento local.

“Inicialmente, para Degusta tener un equipo outsource fue un obstáculo, ya que los tiempos de desarrollo eran muy lentos y se depende de un proveedor que atiende varios clientes a la vez. Hace varios años decidimos que nuestro personal se capacitara en desarrollo de apps y hoy en día tenemos un equipo con muchos años de experiencia”.

La elaboración de apps, según su complejidad, puede costar desde $5 mil, $10 mil hasta $50 mil o más en una primera versión.

Susana Lau fundó EtyaLab precisamente para llenar parte de esa necesidad del mercado en desarrollo de aplicaciones móviles. Sostiene que aunque en otras partes del mundo la innovación es incorporar inteligencia artificial, blockchain y otras tendencias, en Panamá el sistema tiende a seguir el modelo de la uberización.

Es decir, conectar usuarios con servicios para solucionar problemas en distintas industrias como el comercio, la banca, los servicios profesionales y educativos.

No obstante, precisa que se comienzan a ver empresas que se inclinan por apps para optimizar sus procesos internos.

“Además de las apps para atender al consumidor final, se están diseñando para aplicaciones que son herramientas de productividad dentro de las empresas, por ejemplo, para digitalizar procesos que antes eran manuales, actualizar sistemas en tiempo real y cotizar servicios”, comenta Lau.

Lau adelantó estudios en Silicon Valley, y señala que uno de los errores de muchas empresas no es tener una app, sino dejar a un lado su mantenimiento.

“Es fundamental el mantenimiento y la actualización de la plataforma para que no se quede obsoleta ante los cambios permanentes en esta tecnología e incorporar nuevas funciones que exige en consumidor”.

Coincide en que uno de los principales escollos en el país es la falta de personal capacitado. “Esto va más allá de las universidades. Los estudios impartidos actualmente no se mueven al mismo ritmo de la tecnología”.

Ramón Suazo, vicepresidente asistente de Transformación Digital del Banco General, precisa que en el caso de la institución, desarrollaron su aplicación in house, pues cuentan con un centro de innovación y una metodología centrada en el cliente y un equipo multidisciplinario para abordar los desafíos tecnológicos permanentes en el campo financiero.

“La nueva banca móvil se lanzó en 2018 y mensualmente se han incluido nuevas funcionalidades que buscan llenar las expectativas de nuestros clientes. Se trata de atender la retroalimentación que hacen los clientes”.

Para empresas del sector financiero, además de la seguridad, otro de los retos es el tiempo. “Los clientes exigen rapidez e inmediatez ya que esto es a lo que están acostumbrados con otras aplicaciones globales”.

Enrique Valencia, cofundador de Appetito24, comenta que emprender en tecnologías móviles también implica hacerlo en el tiempo indicado, aunque no se tenga al 100% el producto, como se desea. “Es mejor salir y cambiar en el camino lo que no funciona, que esperar un año o más a tener la mejor aplicación y mientras tanto otros competidores se adelantan y te quitan el mercado”.

Para el momento en que fundaron Appetito24, el desarrollo de la aplicación les llevó a contratar personas en varios países. Cuentan hoy con el respaldo de más de 300 desarrolladores que permanentemente les permiten mejorar e incorporar nuevas funciones, debido a que forman parte de un grupo multinacional que absorbió la plataforma panameña.

Las expectativas en la industria de las apps es que escale con nuevas soluciones y que en Panamá dejen su fase incipiente.

David Pons, del equipo de Google Play para socios en América Latina, sostiene que existen muchas oportunidades para que los negocios puedan aprovechar el ecosistema de las aplicaciones móviles. Muchos nuevos negocios nacieron en el mundo móvil por las mismas razones, como por ejemplo, los servicios de entrega a domicilio o la fintech, para solucionar un problema.

En el ranking de descargas de aplicaciones en Panamá, varias apps resaltan en la lista en distintas categorías. Por ejemplo, en el caso de servicios financieros, las más descargadas por los usuarios son Banco General, Banistmo, Adelantos, Banca Móvil BAC, Nequi, Punto Pago, Banca Móvil de la Caja de Ahorros, Western Union, entre otras.

La clave de todos estos desarrollos y emprendimientos está en la visualización de una oportunidad donde otros solo veían obstáculos. Se trata de generar valor, tanto para las empresas tradicionales que buscan innovar y apuntarse a la transformación digital, como para el usuario que quiere herramientas que le hagan la vida más fácil, y que más si está a un celular de distancia. Una herramienta que en Panamá es casi otro apéndice de la vida diaria, una extensión del cuerpo. Por algo hay casi dos teléfonos por persona, pero muchas necesidades urgidas de una app.

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