Los miembros de la Cadena Agroalimentaria de Papa y Cebolla aprobaron importar 20 mil quintales de cebolla para completar el abastecimiento local durante julio y agosto próximo.
En los últimos seis meses el cultivo de cebolla en el país creció 64.6%, sin embargo, la producción es insuficiente para abastecer la demanda local. Las variaciones climáticas adversas y el exceso de importaciones en época de cosecha local durante los últimos 11 años provocaron un descalabro en las hectáreas cultivadas en el país, manifestó Augusto Jiménez, miembro de la Asociación de la Comunidad Productora de Tierras Altas (Acpta).
Para evitar un eventual desabastecimiento la organización integrado por comerciantes, importadores, productores, consumidores y autoridades del Gobierno, acordaron importar 20 mil quintales de cebolla, compra que deberá pagar un arancel del 60% si el producto procede de Estados Unidos y 72% si es de Sudamérica.
Los miembros de la cadena agroalimentaria, que se reunieron de forma virtual también acordaron revisar mensualmente la disponibilidad del bulbo en campo y en bodega para coordinar posibles importaciones, si es necesario.
El fuerte de la producción de cebolla local se registra entre enero y mayo cuando se integra la cosecha de tierras bajas ( Azuero y Natá, en Coclé) con la de tierras altas (Volcán y Boquete, en Chiriquí). Esta última ocurre todo el año.
En Panamá, donde habitan 4 millones de personas se consumen por mes 45 mil quintales de cebolla y en el último trimestre la demanda sube a 49 mil quintales, por las fiestas de fin de año.
No obstante, entre septiembre y diciembre la oferta local disminuye debido a las condiciones climáticas.
Para garantizar el abastecimiento del bulbo en el país los productores sugieren que se elabore una planificación por mes, de manera que la salida del producto cubra el consumo de ese mes y que el acumulado que pasa al mes siguiente no sobrepase del 50% para evitar pérdidas. Los primeros nueve meses del año la producción local abastecería la demanda y el último trimestre se cubriría con la importación de cebolla previamente planificada, detalló Jiménez.
Gerardo Ramos, presidente de la Cooperativa de Servicios Múltiples Ariel Chanis, R.L., de Natá, manifestó que la importación aprobado en la cadena pudo ser menor si la planta de secado, de Natá, provincia de Coclé, hubiera estado en operación.
En esta región agrícola del país se perdieron 3,000 quintales de cebolla durante el ciclo agrícola 2019-2020.
El cierre de algunos canales de comercialización y el lento proceso de venta en otros provocó que el bulbo se perdiera en campo y en los portales de las casas.
En Natá se construyó una planta de secado de cebolla a un costo de 2.4 millones de dólares. La infraestructura que inauguró el Gobierno en 2017 no cuenta con el sistema eléctrico requerido y los equipos tampoco son aptos para su funcionamiento.
De los 16,000 quintales producidos por los miembros de la Cooperativa de Servicios Múltiples Ariel Chanis, R.L., de Natá, el Gobierno adquirió a través del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA) 4,000 quintales de cebolla. El quintal se pagó a 38 dólares.