Panamá tiene uno de los índices de penetración bancaria más altos de la región, medido por el nivel del crédito en comparación con el tamaño de la economía.
Según la Superintendencia de Bancos de Panamá, al cierre de 2016 el crédito interno del sistema se ubicó en $48,645 millones, cifra que representa el 88% del producto interno bruto correspondiente al mismo ejercicio.
No obstante, hay sectores de la sociedad que no son atendidos por el sistema financiero a pesar de tener necesidades de financiamiento y de otros servicios bancarios.
En ese segmento pone especialmente su atención Banco Azteca, entidad mexicana vinculada al Grupo Elektra, que tiene presencia en Panamá desde 2005.
El modelo de negocio de Banco Azteca Panamá se centra en la bancarización. Daniel Oblitas Tejada, gerente general de Banco Azteca, dijo que “muchos de nuestros clientes tienen el crédito por primera vez en el sistema financiero a través de nuestro banco”.
La mayoría son asalariados o personas que desarrollan un pequeño negocio de manera independiente.
Para hacer una adecuada valoración del riesgo, además de solicitar información sobre los ingresos, asesores del banco visitan el negocio de su potencial cliente. Así, “hacemos la validación de la información declarada y un perfil de riesgo de cliente. Esto nos facilita acceder a muchos clientes que no aplican a otro tipo de bancos”.
Al mes de abril de 2017, el banco tiene una cartera crediticia de $25.2 millones, con un crecimiento interanual de 30% y un patrimonio neto de $17.9 millones. Mientras, la utilidad neta supera en 28% el registro del mismo período del año anterior. Por su parte, el ratio de liquidez se mantiene en torno al 60%, el doble del 30% exigido regulatoriamente, explicó el ejecutivo.
Por su relación con las Tiendas Elektra y con empresas de supermercados, Banco Azteca está muy vinculado al sector consumo, que actualmente registra unas tasas de crecimiento bajas en comparación con otros segmentos de la economía.
Oblitas dijo en un escenario de crecimiento más lento de la economía “toca ser prudente. Lo peor que puedes hacer es sobreendeudar a los clientes. El mismo cliente está siendo más prudente y hay que ser cuidadosos porque le puedes terminar prestando a alguien que ya tiene problemas y vas creando un efecto negativo”.
Para el economista, que tiene experiencia anterior en BBVA y BAC Credomatic, la situación por la que atraviesa el consumo “es algo coyuntural”. Considera que tanto el impulso de las actividades vinculadas al sector externo, que crecen a un ritmo acelerado, como los desarrollos que se están ejecutando y que permiten que el producto interno bruto crezca, “tienen que repercutir en el consumo”.
Sobre los compromisos de Panamá en materia de intercambio de información y transparencia financiera, aunque señala que la mayoría de sus clientes son locales, opina que “si Panamá quiere seguir siendo el centro financiero que es, tiene que jugar bajo las reglas internacionales y ese es el nuevo estándar”.
