Más de ocho años después de recibir la orden de proceder y tras numerosos contratiempos, el proyecto de soterramiento de cables en la ciudad de Panamá empieza a ver la luz al final del túnel.
Se trata de un proyecto complejo que involucra a varias instituciones y empresas y que tiene un componente de la parte eléctrica y otro de telecomunicaciones.
En ambos casos, en los últimos meses se han producido ciertos avances que pondrán fin a un periodo de más de un año de paralización de los trabajos.
En el año 2012, la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep) entregó a la distribuidora eléctrica Gas Natural Fenosa (actualmente Naturgy) y a la Compañía de Soterramiento de Cables la orden de proceder para iniciar el proyecto en el polígono del área bancaria que queda entre vía España, la avenida Federico Boyd, calle 50 y vía Brasil.
También se aprobaron proyectos similares en la calle Cuarta de David, Chiriquí, y en la avenida central de Santiago de Veraguas.
Mientras, Naturgy es responsable de las líneas eléctricas y la Compañía de Soterramiento de Cables está encargada de los cables de telecomunicaciones.
La primera parte del proyecto consistió en la obra civil, es decir, en la construcción de ductos y cámaras subterráneos por los que viajarán los cables.
Hasta tres subcontratistas distintos han estado a cargo de los trabajos de la obra civil en Panamá, y como recuerda el administrador de la Asep, Armando Fuentes Rodríguez, “en el pasado hemos tenido experiencias negativas”.
No obstante, las empresas encargadas de los proyectos también señalaron las dificultades para obtener determinados permisos y avanzar en la ejecución del proyecto.
Desde que los trabajos se detuvieron hace algo más de un año, queda alrededor de un tercio del polígono del área bancaria, que se corresponde al sector de Campo Alegre, donde todavía se deben construir los ductos subterráneos.
Fuentes dijo que la Asep ya autorizó a Naturgy para que efectúe una nueva licitación y contrate los trabajos de obra civil en Campo Alegre.
Por su parte, Sebastián Pérez, gerente de Distribución de Naturgy, dijo que tras recibir el aval del regulador, “en marzo o abril estaremos saliendo para la licitación de la obra civil” en este sector.
Con el objetivo de provocar la menor molestia durante la ejecución de las obras, la distribuidora contempla el uso del método de construcción de la perforación horizontal dirigida, también conocido como “topo”, para reducir el impacto sobre las calles y el tráfico.
El año pasado concluyeron los trabajos de obra civil en la parte de Obarrio de la capital, así como en las calles de David y Santiago.
En estas zonas donde el avance es superior, Pérez confirmó que pronto se estará haciendo la licitación para contratar a la empresa encargada de instalar las nuevas líneas por los ductos subterráneos y eliminar los tendidos eléctricos aéreos.
De igual forma, el administrador de la Asep dijo que se había autorizado a la Compañía de Soterramiento de Cables para que haga lo mismo con los cables de telecomunicaciones en estas áreas.
“Físicamente, en tres meses se van a estar viendo la bajada de los cables eléctricos”, manifestó el funcionario a este diario.
Con el proyecto de soterramiento de cables se pretende mejorar la calidad del servicio eléctrico y de telecomunicaciones, porque las líneas no estarán expuestas a accidentes de tránsito, animales o las inclemencias el tiempo.
Además, mejorará el urbanismo, la calidad de vida y la estética de las ciudades.
Beneficios de eliminar cables y plantar árboles
Luis Alfaro
El soterramiento de cables eléctricos y de telecomunicaciones es importante por diversas razones.
Primeramente, por seguridad. Actualmente, los cables están colgando sobre las aceras y sobre los peatones.
En segundo lugar, la contaminación visual que generan es negativa estéticamente y degrada el aspecto del espacio público de nuestras ciudades.
Y tercero, afectan negativamente la movilidad peatonal. Debido a la colocación de los cables sobre la acera, no se pueden plantar árboles para brindar protección solar y sombra a los peatones. Esto se hace en muchas ciudades alrededor del mundo para manejar el calor en verano y que los peatones se puedan movilizar con mayor comodidad. A mayor comodidad del peatón, mayores son las distancias que pueden recorrer. Debajo de los árboles, la temperatura es varios grados menos que en zonas expuestas al sol.
En Panamá, donde hace calor todo el año, no abordamos este tema y esta importante estrategia de movilidad peatonal. Un dosel continuo de árboles sobre la acera no solo tiene efectos positivos en la movilidad humana, sino que ecológicamente aporta a la ciudad, generando hábitat y alimento para distintas especies de fauna, aumentando la biodiversidad urbana.
Además, ayudan a la infiltración de agua al suelo, valorizan los terrenos urbanos, absorben dióxido de carbono, toxinas generadas por los automóviles, hacen la ciudad más fresca, funcionan como pantallas acústicas absorbiendo el ruido y producen oxígeno, entre muchos beneficios.
El autor es arquitecto