En medio de la paralización de muchas actividades por la pandemia y con miles de empleados con contratos suspendidos, la Autoridad Nacional de los Servicios (ASEP) emitió una resolución que permite a las empresas ENSA y Naturgy (Edemet y Edechi) suspender el servicio de energía eléctrica a partir del 1 de febrero a los clientes que tengan morosidad acumulada.
Previo a esta norma, las distribuidoras no podían suspender el servicio de energía a los clientes con base a la resolución 16451 emitida por la ASEP el 12 de noviembre de 2020, en la cual se establecía que las órdenes de corte estaban suspendidas “hasta que se levantara el estado de emergencia nacional establecido por el Gobierno”.
Igualmente se le advertía a los grandes clientes, que no podían suspender el suministro de energía eléctrica a clientes indirectos.
En la resolución 16592 del 21 de enero de 2021 de la ASEP, que lleva la firma del administrador Armando Fuentes, se advierte que el suministro se podrá suspender siempre y cuando se agoten las medidas legales y regulatorias que estén al alcance, a los clientes que se encuentran beneficiados por la Ley 152 del 4 de mayo de 2020. Se refiere a los arreglos de pagos que pueden hacer las empresas con los clientes que tienen saldos pendientes.
Esta Ley 152 adoptó medidas sociales especiales debido a la crisis provocada por la pandemia y pospuso por cuatro meses, a partir de marzo y hasta julio de 2020, el pago de los servicios de energía eléctrica, telefonía móvil y fija, e internet.
Según esta regulación, el pago de esta morosidad se debía reanudar después de vencer los cuatro meses y se haría prorrateada en un término de tres años.
El cliente solo pagaría la deuda acumulada sin aplicar intereses y sin que afectara su historial de crédito. Particularmente se buscaba beneficiar con esta medida a los ciudadanos afectados con la terminación o suspensión de su relación laboral, inclusive aquellos casos en los que se ha modificado el contrato de trabajo, con reducción de la jornada laboral. Igualmente se extendía el beneficio a los trabajadores por cuenta propia, micro y pequeñas empresas, que han sido afectados en sus ingresos, entre ellos los dueños de restaurantes, bares y casinos, entre otros.
Ahora, uno de los resueltos de la resolución de la ASEP indica que el Gobierno ha ordenado la reapertura de la mayoría de los bloques económicos, por lo que considera que las justificaciones para mantener las medidas han cambiado. Añade que esto hace necesario que las empresas que brindan el servicio de suministro de energía eléctrica puedan normalizar la gestión del cobro de las sumas adeudadas, aplicando la suspensión del suministro.
Pero a pesar de que la mayoría de los bloques económicos han abierto, de los 282 mil contratos laborales suspendidos no se han reactivado ni 100 mil.
Del otro lado de la moneda, la Asep señala que las empresas de distribución eléctrica mediante diversas notas han reiterado las implicaciones de carácter financiero y operativo que han acarreado, al no poder proceder con los cortes por morosidad a los clientes beneficiados con la Ley 152.
ENSA y Naurgy le compran la energía eléctrica a las generadoras para distribuirla a los clientes. El 70% de la factura corresponde a los costos de generación, 20% a distribución y aproximadamente 10% a transmisión. Es decir, de cada 10 dólares que reciben las distribuidoras, 7 dólares lo deben trasladar a las generadoras. A su vez, las generadoras necesitan el dinero para comprar los insumos de generación y pagar gastos operativos.
La ASEP reconoce en la resolución que debe velar por que exista una estrategia para garantizar la sustentabilidad financiera y operativa del sector energético, considerando las posibles disminución de los ingresos por la reducción de la demanda de los clientes y los retrasos o la falta de pagos del servicio.
Se intentó conocer los niveles de morosidad que enfrentan las empresas y las políticas de cobro o cortes de suministro que aplicarán con los clientes afectados, pero al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.