La junta directiva de la Caja de Seguro Social (CSS) ha tomado la misma posición que el presidente Laurentino Cortizo respecto al diálogo en el que se definirá el futuro de la entidad, y principalmente la sostenibilidad del sistema de pensiones.
A inicios de año, Cortizo exhortó a este órgano y al director general de la CSS, Enrique Lau, a establecer la hoja de ruta y procedimientos que garanticen la vigencia de la entidad y los programas que administra.
“En ese sentido y considerando el inmenso efecto de la pandemia en la economía del mundo y de Panamá, les reitero que debemos ser creativos, con opciones a corto y mediano plazo que no involucren medidas paramétricas”, dijo Cortizo.
Ayer, cuando la directiva se reunió para determinar las bases de la primera reunión operativa del diálogo, pactada para el miércoles 3 de febrero a las 4:00 p.m., quedó sentada la que será su posición.
Aprobaron varios principios que quieren llevar al diálogo como ente facilitador: preservar el carácter solidario de la entidad, descartar la privatización y no dividir la administración de los sistemas de salud y pensiones, además de buscar “soluciones creativas”, sin incluir medidas paramétricas que se refieran a densidad de cuotas o modificar la edad de jubilación, dijo Alfredo Macharaviaya, representante de los trabajadores de la salud en la directiva.
Proponen que sean varias mesas de trabajo para la discusión de los temas más apremiantes: una exclusivamente para analizar las posibles salidas a la crisis del subsistema de beneficio definido de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM); otra, para evaluar la forma en la que se puede integrar a los trabajadores informales como cotizantes, y una unidad de análisis que evalúe las medidas que se podrían aplicar para salir del atolladero administrativo que se arrastra desde hace mas de una década.
También se propondrá una mesa de trabajo para evaluar el programa de enfermedad y maternidad.
Se trata de un sistema que en su mayoría es alimentado por los aportes de las empresas en el pago de la cuota obrero - patronal, y atiende a una enorme masa de beneficiarios por cada cotizante.
Sus recursos, como ha reconocido el subadministrador de la CSS, Francisco Bustamente, no son indefinidamente sostenibles.
Los estados financieros de 2019 indican que este programa de enfermedad y maternidad tuvo un superávit de $55 millones, después de haber experimentado uno de $99.9 millones en 2018.
Macharaviaya, por su parte, ha dicho que la junta directiva espera jugar un rol de facilitador del diálogo y no intervenir en las decisiones que se pueden tomar.
El primer punto de la reunión del próximo miércoles será la escogencia del moderador del diálogo, de acuerdo con los perfiles que presenten los gremios y organizaciones convocadas.
Pensiones
El punto más complejo será el debate del sistema de pensiones.
El informe de la junta técnica actuarial, entregado a la administración de la CSS y al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) desde octubre de 2020, estableció que el fin de las reservas del subsistema de beneficio definido del IVM será en 2025.
De allí que se hicieron varias corridas que dieron como resultado mover al extremo variables como la edad de jubilación, un alza en la cuota obrero-patronal y un aumento de los aportes que hace el Estado.
Con ello se ganaría varios años de solvencia, pero el problema de fondo no se resolvería y la tensión social que se generaría sería demasiado alta, justo cuando el país está sumergido en una crisis laboral y económica a raíz de la pandemia.
Los escenarios estudiados implican que la edad de jubilación de los hombres podría llegar a los 67 años y la de las mujeres, a los 62 (actualmente es de 62 y 57 años, respectivamente), con aportes del Estado anuales por $610 millones, y una cuota obrero patronal de 16.5%, para que las reservas sigan con vida hasta 2050.
Hay otro escenario en el que la edad de jubilación de los hombres sería de 63 años y la de las mujeres, 58. Y así sucesivamente, se establecieron ocho supuestos para lograr que las reservas del subsistema de beneficio definido se extiendan.
Existen muchas combinaciones de cambios que podrían equilibrar el sistema de pensiones, por lo que la junta técnica actuarial indicó que presentaron varias recomendaciones en forma de “escenarios” que permitan llegar a “un consenso nacional” para la solución óptima del equilibrio.
En tanto, el actuario Dino Mon ha dicho a este diario que considerando todas las corridas que ha efectuado de forma independiente, la solución menos dolorosa será una migración de todos los cotizantes a un sistema de ahorro individual, haciendo cambios paramétricos que incluyen modificaciones en los aportes de la cuota obrero-patronal, variantes en la cantidad de cotizaciones y más aportes por parte del Estado.
De acuerdo con las corridas actuariales realizadas por Mon, los asegurados deberían cotizar al menos por 35 años, y pagar una cuota obrero patronal de 18% en vez del 13.5% que se asume actualmente.
En estos momentos, los cotizantes deben hacer aportes por 25 años, pero estas cuotas en la práctica siempre son superadas, al tomar en cuenta todos los años productivos de un trabajador promedio.
La complejidad de los temas pinta la necesidad de un diálogo altamente técnico.