Con un aporte combinado que superó los 8 mil millones de dólares en 2019, el turismo y el sector aéreo son parte importante de la economía panameña.
Las medidas adoptadas para evitar la expansión del coronavirus (Covid-19) afectaron a estos sectores y otras actividades vinculadas como restaurantes, congresos y convenciones, entre otros.
La aplicación a nivel mundial de al menos 6 vacunas se convierte en la luz al final del túnel en la carrera para superar la pandemia respiratoria, pero el panorama todavía es confuso para el turismo y la aviación en Panamá.
Las cifras de los dos primeros meses del año confirman que la recuperación de estos dos sectores, que aportaban más del 11% del producto interno bruto, será lenta y prolongada.
El Aeropuerto Internacional de Tocumen es la principal entrada de turistas y visitantes del país. Si el movimiento de pasajeros es bajo, se genera un efecto dominó en toda la cadena de servicios y suministro.
En febrero, el tráfico de pasajeros por Tocumen estuvo 71% por debajo en comparación con igual mes de 2020, con un total de 376 mil 182, mientras que en el comparativo entre enero y febrero de este año se refleja una merma de 17.9%.
Pablo De la Guardia, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Panamá (ALAP), reconoció que el tercer trimestre fue negativo para las aerolíneas a nivel regional y mundial, debido a que la demanda de viajes internacionales es baja, producto del repunte de los casos positivos en muchos países y por la aparición de nuevas cepas del virus respiratorio.
“Aún existe gran incertidumbre en 2021. Será un año retador y de sobrevivencia para la industria de transporte aéreo. A nivel regional, la vacunación avanza a ritmo lento, limitando la recuperación”, dijo De la Guardia.
La amenaza de nuevas cepas y nuevas restricciones puede empeorar la situación. La industria mantiene pronósticos en el sentido que no veremos recuperación plena hasta 2024 o 2025”, agregó.
Las proyecciones de ALAP están en línea con las estimaciones de la administración de Tocumen.
Raffoul Arab, gerente de Tocumen S.A., comentó que la reactivación de la demanda será lenta y progresiva, por lo que se ha estimado su recuperación operativa para el cierre del 2021 en un 50%. En tanto, para el 2022 se espera que la demanda esté en un 95%, mientras que se tiene previsto que el volumen de pasajeros para el 2023 alcance los niveles obtenidos en 2019.
“Hemos reanudado gran parte de nuestra conectividad, con rutas establecidas actualmente a 61 destinos de las 90 ciudades que conectaba el Aeropuerto Internacional de Tocumen a inicios de 2020. Y se han reactivado vuelos a 29 países de los 38, avanzando gradualmente hacia la normalidad de nuestros servicios previos a la pandemia”, comenó Arab.
El presidente de Alap señala que el sector es consciente de que el Gobierno tiene recursos limitados para ofrecer un apoyo financiero a las aerolíneas que operan en el país
Pero han solicitado a la administración de Tocumen considerar el no cobro de alquileres y cargos aeroportuarios de áreas que estuvieron cerradas a causa de la pandemia.
“La recuperación de la aviación no está asegurada. Debemos mantener comunicación y trabajo en equipo en beneficio del país”, indicó.
La Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) reportó que las aerolíneas que operan en el mercado de América Latina y el Caribe transportaron 20.9 millones de pasajeros en enero, lo que se traduce en una caída interanual del 46.6%.
Divulgación
Ernesto Orillac, presidente de la Cámara de Turismo de Panamá, explicó que Panamá quedó rezagada aún más frente a Costa Rica, Colombia, México y República Dominicana, destinos que han levantado en su mayoría las restricciones de movilidad y que están recibiendo eventos internacionales.
“Debemos comunicar que estamos abiertos. Hay que levantar la prohibición sobre los eventos internacionales, porque si continuamos así, la recuperación tomará más tiempo”, advirtió.