A partir del próximo miércoles 3 de febrero, los 1.2 millones de cotizantes de la Caja del Seguro Social (CSS) y los 290 mil jubilados estarán pendientes a las decisiones que tomarán los integrantes de la mesa del diálogo, que tendrán la responsabilidad de fijar el camino que seguirá la institución para evitar la quiebra de algunos de sus programas.
Aida Ureña de Maduro, representante del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) ante la junta directiva de la CSS, indicó que los miembros de la mesa tendrán la potestad de definir el mecanismo que se establecerá para discutir los temas.
En la mesa del diálogo, el Gobierno tendrá 9 representantes, mientras que el sector privado y los trabajadores contarán con 3 puestos cada uno, en tanto que los médicos, enfermeras, jubilados y empleados públicos, tendrán uno cada uno. También hay participación de los partidos políticos, entre otros actores. (Ver gráfica).
Se estableció una hoja de ruta con la invitación de los sectores más representativos, pero Ureña dijo que la mesa puede decidir si otros actores de la sociedad también pueden participar en las reuniones, que preliminarmente serán 3 veces por semana.
Ana Reyes de Serrano, presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (ANEP), reconoce que en el diálogo no puede haber un número ilimitado de personas, pero manifestó que así como en el “Pacto del Bicentenario” se estableció una plataforma para recibir propuestas de la población, la ciudadanía también tiene el derecho de conocer las decisiones que toman los integrantes de la mesa.
“Creo que las reuniones deben ser transmitidas para que las personas puedan escuchar qué se discute y qué decisiones se toman”, comentó.
La presidenta de ANEP opina que debe incluirse a otros actores de la sociedad, porque la crisis de la CSS es un tema nacional: la entidad brinda atención a dos terceras partes de la población, en muchos casos sin importar si son asegurados o no.
Eduardo Gil, secretario general de Convergencia Sindical y representante de de los trabajadores en la mesa del diálogo, no está conforme con el número de puestos que se han asignado a los distintos sectores del país, y señaló que muchos de los lineamientos han sido impuestos desde la Presidencia de la República, sin contar con la aprobación de la junta directiva de la CSS.
“El Gobierno quiere manipular los resultados de la mesa y eso no es lo que necesita la institución para resolver sus problemas”, expresó Gil.
Ureña de Maduro añadió que la intención no es dejar a nadie por fuera del diálogo, pero advirtió que tener muchas personas discutiendo hace complicado el deliberar sobre un tema.
“La junta directiva de la CSS sentó las bases para el diálogo. Los integrantes de la mesa podrán aumentar el número de participantes si así lo creen necesario”, dijo.
Adicional a la mesa principal, Ureña de Maduro indicó que se establecerán varias mesas de trabajo: una exclusivamente para analizar las posibles salidas a la crisis del subsistema de beneficio definido de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM); otra, para evaluar la forma en la que se puede integrar a los trabajadores informales como cotizantes, y una unidad de análisis que evalúe las medidas que se podrían aplicar para salir del desgreño administrativo que se arrastra desde hace décadas.
Un informe de la Contraloría General de la República, entregado en diciembre pasado a la CSS, confirmó débiles controles internos, lo cual podría afectar adversamente la capacidad de la CSS para registrar, procesar o presentar información financiera consistente en las cuentas de caja, inversiones, cuentas por cobrar, inventarios o cuentas por pagar.
Por su parte, las acciones para salvar el programa IVM deben adoptarse en el corto plazo, tomando en cuenta que los estudios indican que sus reservas se agotarán en 2025.
La junta directiva de la CSS acordó que el diálogo debe preservar el carácter solidario de la CSS, no dividir la administración de la entidad y que las “soluciones creativas” para salvar el programa IVM, no incluyan cambios en la densidad de las cuotas o la edad de jubilación.