La banca, en pleno proceso de consolidación

La banca, en pleno proceso de consolidación


La compra de Banco Panamá por parte de Banco Aliado representa un nuevo episodio en el proceso de consolidación que vive la industria bancaria panameña.

Si en septiembre de 2018, Global Bank firmaba la adquisición de Banvivienda, ayer se formalizó la transacción entre Banco Aliado y Banco Panamá.

Representantes de ambas entidades estamparon la firma en un acuerdo de promesa de fusión entre Allied Pacific, subsidiaria de Banco Aliado, y Grupo Centenario de Inversiones, matriz de Banco Panamá.

El precio base de la operación se estableció en $210 millones, aunque ajustes de cierre contemplados en las negociaciones y en los contratos elevarían el monto a aproximadamente $225 millones.

Al completarse la transacción, Banco Aliado será propietario del 100% de las acciones de Banco Panamá.

Se espera que la transacción se perfeccione en la segunda mitad del año, luego de recibir la autorización de la Superintendencia de Bancos de Panamá. Mientras tanto, los dos bancos seguirán funcionando de manera paralela.

La operación supondrá el adiós a la plaza de Banco Panamá, una entidad fundada en 2008 por un grupo de empresarios panameños enfocado en los segmentos corporativo, comercial y preferencial.

Banco Panamá tenía activos por $1,294 millones, un patrimonio neto de $146 millones y utilidades por $16 millones al cierre de 2018.

Ramón Chiari, vicepresidente ejecutivo y gerente general de Banco Panamá, señaló a este diario que con esta transacción “los clientes deberán beneficiarse de un banco más grande, con mayor capacidad, productos y servicios que cumplan sus necesidades financieras”.

Mientras tanto, “para los colaboradores, las oportunidades son de crecimiento al pasar a ser parte importante de un banco con más de $4,000 millones en activos y con miras a un crecimiento sostenido”.

Fundado en 1992, el año pasado Banco Aliado registró activos por $2,759 millones, un patrimonio neto de $ 283 millones y utilidades por $ 30 millones.

Una vez se complete la transacción, Banco Aliado se convertirá en el séptimo banco de la plaza y el cuarto de capital panameño por volumen de activos.

La operación “nos permitirá integrar dos negocios bancarios exitosos y complementarios, incrementando nuestra escala y base de clientes. Estamos convencidos de que la transacción redundará en claros beneficios para los clientes, colaboradores y accionistas, permitiéndonos sumar lo mejor de cada entidad para encarar fortalecidos los desafíos venideros”, afirmó Alexis Arjona, presidente ejecutivo de Banco Aliado.

Al hacer una operación de este tipo, se busca que haya complementariedad entre las entidades.

Julianne Canavaggio, directora general de Centro América y el Caribe del banco de inversión Lazard, que asesoró a Banco Aliado en la transacción, señaló que Banco Aliado cuenta con una mayor presencia en el segmento corporativo y tenía intenciones de crecer, mientras que Banco Panamá lo complementa a través de los pasivos y con su participación en el negocio de consumo o personas.

Matías Eliaschev, CEO de Lazard en América Latina, dijo que el proceso de consolidación es común en la región y que es producto de los nuevos requerimientos regulatorios, las necesidades de inversión que demandan los cambios tecnológicos, las dificultades de los corresponsales para atender a los bancos más pequeños y la irrupción de nuevos competidores, tendencias que han impactado en la rentabilidad de los negocios.

Una de las respuestas para ser más competitivo es ganar escala para optimizar los recursos. “Hay una relación clarísima entre el tamaño de la base de activos y la capacidad de amortizar los costos de operación”, aseguró.

El banco de inversión también participó en el proceso de venta de Banvivienda a Global Bank y, según Eliaschev, a corto y mediano plazo se seguirán produciendo operaciones de compraventa en Panamá, tanto en banca como en otros sectores de la economía.

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