La mayoría de la junta del banco central de México dijo que la política monetaria necesita un ajuste gradual, mientras que formuladores de política nombrados por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, votaron nuevamente por recortes de tasas de interés más pronunciados.
El gobernador, Alejandro Díaz de León, y los subgobernadores Javier Guzmán e Irene Espinosa votaron a favor de una reducción de un cuarto de punto en los costos de endeudamiento a 7.5% el 14 de noviembre, luego de que la inflación y el crecimiento se desaceleraron, según minutas publicadas ayer, jueves.
Los subgobernadores Gerardo Esquivel y Jonathan Heath votaron a favor de un recorte más pronunciado de medio punto.
Las actas no indican cuál de los cinco miembros de la junta sostuvo ciertas opiniones, más allá de las opiniones discrepantes de Esquivel y Heath. Pero es probable que los miembros que dijeron estar a favor de la relajación gradual fueran los mismos que votaron por el recorte menos agresivo, dijo Alonso Cervera, economista jefe para América Latina de Crédit Suisse Group AG en ciudad de México.
La mayoría de la junta mencionó la persistencia de la inflación subyacente, que excluye precios más volátiles de los alimentos y la energía, como un riesgo que podría mantenerse a pesar de una mayor holgura en la economía. Banco de México tiene como prioridad alcanzar una inflación de 3%. La mayoría de los economistas esperan que el banco central reduzca su tasa de política en otro cuarto de punto porcentual en su decisión final del año el 19 de diciembre.
“A menos que veamos una caída muy rápida en la inflación subyacente o un fortalecimiento muy rápido del peso, los recortes de tasas continuarán siendo los mismos 25 puntos básicos”, dijo Cervera. Agregó que es probable que continúen reduciendo las tasas el próximo año, y que finalmente se detengan una vez que alcancen aproximadamente el 6%.
Al votar por un recorte mayor, Esquivel alegó que una reducción de un cuarto de punto era insuficiente y llegaba tarde al escenario.