El Gobierno de Brasil está considerando entregar vales de transporte público a los trabajadores de bajos ingresos en aras de suavizar el impacto del alza de los precios del combustible en las familias vulnerables, según el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque.
La combinación de una moneda local más débil y un repunte mundial del petróleo ha disparado el precio de la gasolina, el diésel y el gas para cocinar en la economía más grande de América Latina, acelerando la inflación y ejerciendo presión sobre el presidente, Jair Bolsonaro —que se presenta para reelección en 2022—, para encontrar soluciones que apacigüen a los brasileños.
El Gobierno ya implementó un cupón de gas para cocinar para familias de bajos ingresos, pero también debe ayudar a los trabajadores que dependen del transporte público, aunque solo sea temporalmente, dijo Albuquerque, un almirante de la Marina que se unió al gabinete de Bolsonaro en 2019. “Hay entre 15 millones y 16 millones de familias vulnerables, deben ser nuestra prioridad”, dijo el ministro . “La idea de los vales de transporte, que está bajo consideración del Gobierno, es muy importante”.
Los inversionistas están cada vez más preocupados por las perspectivas fiscales de Brasil a medida que Bolsonaro aumenta el gasto social antes de las elecciones de 2022. El Senado aprobó un proyecto de ley que cambia una ley clave de austeridad fiscal, dejando espacio en el presupuesto para que el Gobierno impulse las donaciones de efectivo a los pobres.