El volumen de nuevos préstamos en el sector bancario mostró en el primer mes del año los resultados de una economía que todavía no carbura.
En el mes de enero, los bancos entregaron $1,038 millones en nuevos préstamos, cifra que representa una caída de $565.5 millones o 35.3%, si se compara con el mismo mes del año anterior, según el informe de actividad bancaria de la Superintendencia de Bancos de Panamá.
De los 11 sectores reportados, solamente la ganadería tuvo un comportamiento positivo respecto a su similar del año anterior. Mientras que hubo algunos segmentos, entre ellos los de mayor cartera, que registraron fuertes caídas en los préstamos desembolsados. Este es el caso de los préstamos de consumo personal, que cayeron 53.9% o $134.1 millones; para la construcción, que cayeron 46.5% o $57.2 millones; las hipotecas, que se redujeron en 46% u $84.1 millones, y de comercio, que mermaron 27.2% o $192.8 millones.
Durante buena parte de enero, la actividad estuvo paralizada en varios sectores por los cierres ordenados por las autoridades para contener la segunda ola de contagios del nuevo coronavirus. Mientras que enero de 2020 fue un mes sin restricciones, ya que todavía no había llegado el virus a Panamá.
El dato de enero de 2021 supone un retroceso en la tendencia ascendente que se venía registrando en los últimos meses de 2020, con mayores niveles de apertura económica.
Para el financista Daniel Oblitas, “la reducción de los desembolsos de los préstamos nuevos refleja tanto el impacto de los cierre de la actividad del mes de enero, así como la incertidumbre que aún existe sobre el futuro”.
Esto, según el analista, ocasiona el incremento de los activos líquidos, que se mantienen en caja o en inversiones, al no ser colocados en préstamos.
La caída en los nuevos préstamos se traduce en menores ingresos para los bancos, y esto, a su vez, se refleja en el estado de resultados, que mantiene una tendencia similar al cierre de 2020.
Los bancos que componen el sistema bancario nacional, es decir, aquellos con operaciones locales, registraron una utilidad neta de $80 millones, un 40.7% menos que en enero de 2020. Además de por la menor generación de ingresos, el resultado estuvo marcado por un aumento de 46% en el gasto de provisiones, un colchón para cubrir eventuales pérdidas.
En este sentido, en la industria aún hay incertidumbre sobre cuál será el comportamiento de la cartera que aún está bajo el paraguas de los alivios financieros. Al 19 de marzo, la cartera modificada totalizó $22,286 millones.
Desde el sector se ha comentado que hasta que no terminen las medidas de alivio, no se tendrá un panorama claro sobre el comportamiento de esta cartera.
Oblitas dijo que “es importante que se sincere de una vez la situación de los préstamos modificados, identificando a los clientes que en verdad no están en capacidad de pagar para que se provisionen sus préstamos y no se siga pasando como ingresos financieros que no se van a cobrar en el corto plazo”.