A un costado del restaurante Madrigal, en el Casco Antiguo, está Mahalo, un lugar que pasaría desapercibido si no fuera por los ojos curiosos de los peatones que echan una mirada al local, que permanece con las puertas abiertas y desde donde se escucha una música agradable.
Al ingresar al local, unos pasos más adelante hay un bar a la derecha, desde donde toman los pedidos y preparan la comida, seguido de una terraza con un ambiente de “tiki” bar tropical que da paso a un jardín completo con barbacoa para asados y grama que permite disfrutar de la mañana o la tarde.
Han pasado más de cuatro meses desde que abrió sus puertas y Mahalo sigue siendo una sensación en la avenida A y calle 5ª del Casco Antiguo de Panamá.
Con un concepto de bienestar y comida saludable, los comensales pueden probar platos como el Thai Chicken Curry o la ensalada de mango California que han sido elaborados con productos orgánicos locales o sus jugos cold pressed, que han causado furor, al igual que las mimosas, bebida que tanto se consume en este clima tropical.
RECETA DEL ÉXITO
“Mahalo quiere decir gracias en hawaiano”, explica Emma Morgan, de 34 años, una de las propietarias del restaurante. “Es una forma de agradecerle a tu cuerpo”, agrega Brittany Morgan, de 28 años, copropietaria.
Usualmente las encontrará en el local colaborando con su staff de nueve personas o pensando en ideas para implementar en el restaurante.
Las hermanas Morgan promocionan un estilo de vida sano, caracterizado por el bienestar y la comida saludable en Mahalo y celebran muchos eventos que ayudan a crear un sentimiento de comunidad.
Utilizan productos orgánicos y han creado alianzas con Megan Vose, propietaria de El Motete, para traer “El Motetito” al barrio a partir del 2 de diciembre y con Nutrihogar.
Ofrecen talleres nutricionales una vez al mes. De esa forma, han hecho dos de comida cruda vegana, donde los que asistieron aprendieron a preparar raw vegan cuisine de la mano de Aris LaTham, que no ha probado comida cocida en más de cuatro décadas.
Otro fue de medicina natural y a finales de mes, tendrán uno enfocado en los quesos probióticos locales con un maridaje de vinos de la mano de Callie Maggiori.
“Intentamos crear un espacio para que las personas se sientan a gusto y tengan confianza de tomar un juego de mesa o hacer yoga, que utilicen el espacio que hay como si fuera la sala de su casa. Es un ambiente muy social”, dice Brittany.
Esta fórmula informal le ha servido a Brittany, la propietaria del restaurante Raw Sushi + Martini Bar en Bocas del Toro, Aki en la capital, Aki Pedasí y ahora Mahalo.
PRIMER PASOS
Cuatro días después de haberse graduado, Brittany viajó a Panamá. Había estado anteriormente en nuestro país y sentía que el mercado aún no estaba sobresaturado como en Canadá.
“Es más económico abrir un negocio en Panamá que en Toronto, porque aquí hay conceptos que aún no han llegado y veo las lagunas que puedo aprovechar para emprender”, indica Brittany.
En mayo de 2010, Brittany ya llevaba meses trabajando en un hostal en Red Frog, Bocas del Toro, cuando descubrió que no había un local que ofreciera sushi. “Con lo fácil que sería”, pensó ella, se armó de valor y en mayo de 2011 abrió Raw Sushi + Martini Bar en la calle principal, al lado del restaurante El Pirata. Rápidamente se convirtió en favorito de los turistas y popular por ser el único restaurante de sushi en Bocas del Toro, en ese momento.
En mayo de 2014, abrió Aki Panamá y en mayo de este año, Aki Pedasí.
Del otro lado del mundo, Emma estaba viajando y conociendo las costumbres y tradiciones de Australia, Nueva Zelanda y Fiji después de haber culminado sus estudios en educación infantil. Después de un año de estar viviendo fuera de casa, volvió al frío de Toronto y abrió su empresa de pilates.
Después de 12 años, vendió su compañía y su automóvil para trasladarse a Panamá a acompañar a su hermana en lo que sería el cuarto emprendimiento de Brittany, y la siguiente gran aventura de Emma: abrir Mahalo.
PLATAFORMA
Mahalo tiene capacidad para 30 personas y aunque los residentes del Casco Antiguo lo visitan, al local también llegan muchos comensales que se sienten atraídos por sus precios. Por $8, el menú ejecutivo le brinda una sopa, una entrada y un jugo.
El restaurante se ha convertido en favorito de los grupos de yoga que practican en los alrededores, porque “Mahalo es el único restaurante en el Casco que promueve este estilo de vida”, añade Brittany.
Al ser dog friendly, permite la entrada de su mascota y se ha ganado los corazones de los dueños de mascotas de la ciudad.
Los jueves animan la tarde con música en vivo a cargo de Danny Boy Tree y su banda de tres integrantes que tocan los hits del rock clásico. Los sábados se llena el restaurante por todos los interesados en la barbacoa al estilo familiar, con opciones de carne, pollo, pescado o vegetales por $13 y $15, mientras el domingo es la locura por las mimosas a $4 y el brunch que le acompaña. Emma comenta que el ambiente relajado de Mahalo invita a la relajación y desconexión de la urbe del exterior.
FILOSOFÍA
“Me gusta la idea de trabajar con compañías independientes en Panamá como El Motetito”, comenta Brittany.
“Estamos utilizando productores independientes de Panamá y trabajando con productos locales y orgánicos”, añade Emma. “Estamos involucrando a los turistas sobre lo que Panamá puede ofrecer”, agrega.