Las medidas que adoptó el Gobierno para las festividades de fin de año cayeron en el peor de los momentos para el sector turístico panameño.
Luego que se conociera que las playas y ríos estarán cerradas a partir del 23 de diciembre, los centros de hospedaje en Isla Colón, uno de los principales destinos turísticos del país, no han dejado de recibir cancelaciones de las reservas que se mantenían para las fiestas de fin de año.
Juan Pablo de Caro, presidente de la Cámara de Turismo de Bocas del Toro, señaló que las cancelaciones ya alcanzan el 80%, pero no descartan que alcance el 95% la próxima semana, lo que significará un golpe grande para la economía de la región que dependen mayormente del turismo.
Indica que el poco dinero que los comerciantes habían reunido desde la reapertura se había invertido para atender a los turistas que llegarían a fin de año y ahora todo se perderá.
El empresario señala que a diferencia de otras regiones del país en Bocas del Toro, no se ha registrado grandes repuntes en los casos de coronavirus.
A través de un comunicado que lleva la firma de De Caro y de José Luis Fernández, presidente de la Cámara de Comercio del Archipiélago de Bocas del Toro, los empresarios de la zona indican que sus colaboradores con contratos suspendidos no están recibiendo los bonos que el Gobierno prometió para aliviar la carga financiera.
Las dos agrupaciones señalan que las afectaciones que dejaron las lluvias de noviembre en la conexión terrestre han encarecido el costo de la vida en la provincia de Bocas del Toro, que ya era un 45% más alta que en el resto del país.
Empresarios de otros destinos como Pedasí y Veraguas confirmaron que también un gran número de clientes han cancelado las reservas que habían realizado desde el mes pasado para pasar las fiestas de fin de año en la playa.
Ovidio Díaz, presidente de la Asociación de Pequeños Hoteles de Panamá (Hoopan), calificó la situación como un “desastre” y criticó la improvisación de las autoridades, ya que al gremio turístico no se consultó de las medidas que se tomarían para fin de año.
Indicó que el 80% de los pequeños hoteles en el país van a cerrar por los días que quedan del año, debido a las cancelaciones que están recibiendo y al pedido de devolución del dinero por parte de los clientes.
“Qué hacemos con los insumos que compramos, cómo pagamos a los trabajadores que se habían reactivado, es un desastre esta situación”, explicó Díaz.
Señala que el país carece de una hoja de ruta que permita a los comercios tomar decisiones para lograr una recuperación, y por el contrario, se toman decisiones sin consultar a los actores del sector. “Nosotros cumplimos con los protocolos, en el hotel, en los recorridos; no es culpa del turismo el incremento de casos”, dijo Díaz.