El Ejecutivo derogó el Decreto 89 del 17 de julio de 2002, con lo cual canceló por lo menos 59 licencias de pesca industrial de las especies doncella y pajarita en aguas jurisdiccionales de Panamá, una medida que busca permitir la recuperación del camarón que se reproduce en las zonas costeras del país.
La decisión fue adoptada mediante Decreto Ejecutivo, 132 de 20 de octubre de 2021, firmado por el presidente de la República, Laurentino Cortizo, tras considerar que el Decreto 89 de 2002 tenía un impacto negativo en la recuperación de algunas especies marinas.
El Decreto 89, aprobado hace 19 años, dictó medidas para regular la pesca de doncella y pajarita en las aguas jurisdiccionales, pero permitió que distintas administraciones otorgaran decenas de licencias para la captura de estas especies sin contar con un estudio previo ni sustento científico, informó la administradora de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), Flor Torrijos.
Estos barcos estaban ejerciendo una duplicidad de pesca, porque contaban con la licencia para pesca de doncella y pajarita, pero también tenían la de camarón. No obstante, Torrijos aclaró que solo se les elimina la licencia de doncella y pajarita, ya que continuarán con su licencia para pesca de camarón.

Sorprendentemente, los informes de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) y del Sistema de Monitoreo Satelital de la ARAP no registran reportes de captura y descarga de doncella y pajarita; sin embargo, sí se observa la extracción de otras especies de peces con estas embarcaciones a lo largo del año.
Según las investigaciones, estos barcos con licencia para pesca de pajarita y doncella salían en el mismo periodo de veda del camarón, “no permitiendo que esta especie de crustáceos se recuperara”.
Las vedas se realizan para permitir la recuperación de algunas especies, ya que es durante ese tiempo que se reproducen.
El primer periodo de veda del camarón va del 1 de febrero al 11 de abril de cada año; mientras que el segundo periodo de veda se extiende del 1 de septiembre al 11 de octubre de cada año. El monitoreo satelital mostró que la faena se está realizando con el mismo arte de pesca con la licencia de doncella y pajarita, durante el periodo de veda del camarón, subrayó Torrijos.
Golpe al crustáceo
Los efectos del exceso de explotación en la extracción de camarón se pueden ver en la caída del valor de las exportaciones de este producto, durante los últimos cuatro años. Por ejemplo, en 2017 se exportaron $55.9 millones en camarón y en 2020 el envío se redujo a $15.3 millones.

En este registro se incluye la producción de camarón de cultivo acuícola y de extracción en las costas. Aunque el cultivo de camarón ha enfrentado varios retos relacionados con enfermedades y menos consumo desde que comenzó la pandemia, lo que ha llevado a reducir la siembra acuícola, también se ha comprobado que el recurso no se ha recuperado porque no se respeta la veda.
“En el caso de las licencias otorgadas para doncella y pajarita, esa es una pesca incidental del camarón porque es una red de arrastre que recoge todo”, reafirma Dario López, director de Investigación y Desarrollo de la ARAP.
Los efectos no solo han provocado una disminución en la producción de camarón, sino en otras especies como el pargo y la corvina, situación que se muestra en las estadísticas, agregó López. Advirtió que esto pone en peligro la pesca, porque puede llegar un momento en que se va a minimizar tanto algunas especies marinas que no tendrán posibilidad de recuperación o será a muy largo plazo.
Respaldo gremial
Algunas organizaciones del sector pesquero de Panamá, aglutinadas en su mayoría en la Federación Nacional de Pesca, reconocieron la necesidad de esta iniciativa del Ejecutivo para preservar el camarón en su estado juvenil y reafirman la necesidad de proteger las especies como importantes recursos naturales y pesqueros.
La Asociación Nacional de la Industria Pesquera Panameña envió una nota al ministro de Desarrollo Agropecuario y presidente de la junta directiva de a ARAP, Augusto Valderrama, en la cual respalda la decisión de cancelar las licencias de pesca de doncella y pajarita, “por considerarlas una farsa, pues tienen como pesca objetivo cualquier otra especie, menos las autorizadas según sus licencias”.
“Nuestra organización le ha declarado la lucha a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, y se ha comprometido con el cumplimiento de la nueva ley de pesca, en donde conceptos como ordenamiento pesquero, pesca responsable y sostenible son las tendencias a los que todos estamos consientes de que debemos sumarnos para poder eliminar esas malas prácticas de pesquería fantasmas, que lo que hacen es atentar con nuestras certificaciones como país y la sostenibilidad de nuestros ecosistemas”, indica la nota del gremio que firma su presidente, Tomás Villa.
Panamá adoptó el plan nacional de acción para la pesca sostenible a través de la Resolución de Gabinete 175 de 20 de diciembre de 2016, con el objetivo de guiar el proceso de desarrollo pesquero.


