Emplear gas natural en lugar de carbón podría evitar decenas de miles de muertes prematuras cada año en China. Pero hay un detalle: dicho cambio amenaza con socavar los esfuerzos para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero, dijeron investigadores.
Esa solución ambiental a medias pone de relieve las complejas decisiones que las autoridades de la segunda economía más grande del mundo enfrentan para lograr un punto de equilibrio entre la salud pública y el crecimiento económico con los compromisos internacionales relacionados con el cambio climático.
Entre 20 mil y 41 mil muertes prematuras podrían evitarse cada año con la migración del carbón hacia el gas natural sintético para uso residencial en las provincias del oeste del país, según las conclusiones de investigadores de Estados Unidos y China difundidas en la publicación Proceedings of the National Academy of Sciences.
Si el gas fuera utilizado con propósitos industriales, el número de muertes que se evitaría sería mucho menor y tendría un precio más alto; esto es, un gran aumento en las emisiones de dióxido de carbono, de acuerdo con los investigadores y un informe separado que Greenpeace difundió ayer.