Casi siete meses después de la firma de un acuerdo preliminar entre Washington y Pekín, las compras chinas de productos agrícolas estadounidenses siguen estando muy por debajo de los objetivos establecidos en enero.
Según informes de prensa, altos funcionarios de ambos países se reunirán por videoconferencia el 15 de agosto para hacer balance de ese acuerdo, que avizoraba un marcado aumento de las compras de bienes y servicios estadounidenses por parte de China en 2020 y 2021.
En lo que respecta a los productos agrícolas, China se comprometió a aumentar sus importaciones en $32 mil millones de dólares con respecto a los niveles de 2017.
Sin embargo, de acuerdo con un estudio del Instituto Peterson para la Economía Internacional (PIIE), las compras agrícolas chinas a Estados Unidos se ubicaban a fines de junio muy lejos del nivel esperado para esta altura del año, alcanzando apenas el 39% de su objetivo semestral, según cifras estadounidenses, y el 48%, según las de la aduana china.
Tendremos suerte si volvemos a los niveles de 2017, previo a la guerra comercial chino-estadounidense, señaló Chad Bown, autor del estudio e investigador del PIIE.
Desde mediados de julio, empero, los pedidos chinos de maíz y especialmente de soja han aumentado.
Del 14 de julio al 7 de agosto, Pekín compró poco más de 3 millones de toneladas de la oleaginosa a Estados Unidos, que a fines de julio dio cuenta del mayor pedido de maíz por parte de China de la historia, de 1.9 millones de toneladas.