China participará en una iniciativa respaldada por la Organización Mundial de la Salud para brindar una vacuna contra el coronavirus a países en desarrollo, llenando un vacío en el liderazgo mundial en salud después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazara el programa.
Pekín se unió a la iniciativa Covax de $18 mil millones que aspira a dar a países de menores ingresos el mismo acceso a las vacunas que tienen las naciones más ricas. La medida se produjo a pesar de que China “lidera el mundo con varias vacunas en etapas avanzadas de investigación y desarrollo y con una amplia capacidad de producción”, dijo la portavoz Hua Chunying en un comunicado.
“Estamos dando este paso concreto para garantizar una distribución equitativa de las vacunas, especialmente en los países en desarrollo, y esperamos que más países capacitados también se unan y apoyen el proyecto Covax”, indicó.
Alianza mundial
La participación de China es una ganancia para Covax, ya que la posibilidad de proveer de dosis incluso a una fracción de los 1.400 millones de habitantes de China aumentaría la masa crítica, incrementando el poder de negociación de la alianza.
La medida, que se da a conocer cerca de tres semanas después del plazo establecido por la iniciativa, permite a China diferenciarse positivamente de EU mientras aumentan las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo en sectores que van desde el comercio hasta la tecnología y los derechos humanos.
La Administración Trump se retiró de la OMS y declinó unirse a Covax. Un portavoz de la Casa Blanca dijo que EU no se vería “restringido por organizaciones multilaterales influenciadas por la corrupta Organización Mundial de la Salud y China”.
En mayo, el presidente chino, Xi Jinping, prometió que las vacunas desarrolladas por China se convertirían en un “bien público” global para ser compartido por todos. La decisión también podría ayudar a mejorar la imagen del país luego de recibir críticas generalizadas del exterior sobre cómo manejó el brote inicial en la ciudad central de Wuhan, donde se originó el covid-19 el año pasado. Una encuesta global publicada esta semana por el Pew Research Center reveló que las percepciones negativas de China alcanzaron niveles récord en EU y otras importantes economías.
En muchos sentidos, esta es una victoria de poder blando (soft win) para China, que se produce en medio de una gran cantidad de información negativa en otros campos en las últimas semanas, dijo Nicholas Thomas, profesor asociado de seguridad sanitaria en la City University of Hong Kong.
Es una victoria facilitada por la impetuosa decisión del presidente Trump de retirarse de la OMS y su miope negativa a comprometer a EU con Covax. Ahora, cualquier cosa que haga EU en esta área parecerá un intento por empatar a China, cuando se esperaba que EU llevara la delantera, dijo .
El Covid-19 continúa propagándose en EU, contagiando incluso al propio Trump. Su contendor demócrata, Joe Biden prometió en julio volver a unirse a la OMS si gana las elecciones del 3 de noviembre y restaurar el liderazgo de su país en el escenario mundial”.