Cicatriz laboral más allá de la Covid-19

Cicatriz  laboral  más allá  de la Covid-19


Pandemia de desempleo. Masificación de contratos suspendidos. Explosión del empleo informal. En el mundo y en Panamá de esta forma se está etiquetando al mercado laboral.

La Covid-19 terminó de fragmentar la ya debilitada escena de trabajo y no hay nada que indique que las cosas darán un giro de 180 grados en el corto plazo.

En el país, la Federación de Cámaras de Comercio, Industrias y Agricultura de la República de Panamá (Fedecámaras) lanzó una alerta: se mantienen 158,924 contratos suspendidos que, en su mayoría, responden a las micro, pequeñas y medianas empresas, muchas de estas en circunstancias de no poder iniciar sus operaciones y otras en condiciones de posible quiebra ante la falta de recursos para poder iniciar sus actividades de producción.

Después de un año de pandemia “los resultados son catastróficos”, tal como fue pronosticado por Fedecámaras en noviembre de 2020, advirtió Fulvia de Vargas, presidenta del gremio.

Hay 371,567 desempleados y una severa crisis en la generación de empleo. Hasta el año pasado, unas 25 mil personas trabajaban bajo el modelo de reducción de jornada laboral, lo que en la práctica implica una merma de entre el 20% y el 50% de sus ingresos.

Esta situación, aunque es la menos perturbadora, considerando la cantidad de desempleados que tiene el país, también representa una merma en la calidad de vida de los trabajadores.

La Ley 201 de 25 de febrero de 2021, que establece las medidas temporales de reintegro de trabajadores suspendidos, también establece que las modificaciones de las jornada laboral podrán ser pactadas de común acuerdo entre la empresa y sus trabajadores más allá de la vigencia de la ley, siempre y cuando se cumpla con los requisitos del Código de Trabajo. Es decir, que está condición de jornada reducida estaría más allá del 2021.

La reciente Encuesta de Expectativas de Empleo ManpowerGroup, en la que participaron 400 empleadores en Panamá, 72% no espera cambios respecto a la contratación de personal, 14% prevé disminuir su planilla, 7% espera incrementarla, y otro 7% no tiene idea de qué hará.

Una vez realizado el ajuste estacional de la encuesta, la expectativa neta de empleo o contrataciones es de -8%. Estos resultados son aplicables para abril, mayo y junio, según la encuesta realizada al primer bimestre de 2021.

En tanto, las intenciones de contratación se reportan en el sector construcción con una expectativa de +5%, mientras que comunicaciones y transportes reporta una expectativa de 0%, seguido de agricultura, pesca, minería y extracción (-3%), manufactura (-6%), servicios (-9%) y comercio, con una expectativa de -14%, este último destrozado por la pandemia y el confinamiento al que quedó sometido el país durante casi todo 2020.

Para Fedecámaras, es importante reiterar al Gobierno Nacional la necesidad de una política de Estado, real y efectiva, destinada al rescate y reconstrucción de la micro, pequeña y mediana empresa existente en el periodo posterior a la Covid-19, con aportes de inversión “no reembolsables” y “ayudas fiscales”, que garanticen la operación de los negocios con un compromiso real de mantener y rescatar los empleos formales, en este momento bajo contratos suspendidos.

El gremio critica la “tramitología” fuera de la realidad que sufren los empresarios, lo que se convierte en un factor letal cuando la actividad económica del país se desploma en 17.9% y el desempleo salta de 7% a 18%, tal como sucedió al cierre de 2020.

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