La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) recomienda a los países latinoamericanos reactivar los vuelos domésticos como el primer paso para iniciar la recuperación de la industria aérea en la región, que este año se calcula perderá unos 18 mil millones de dólares a raíz de la pandemia del coronavirus (Covid-19) y que ha obligado a empresas, como Avianca y Latam, a buscar la protección de sus acreedores.
En Panamá, solo hay dos jugadores que ofrecen conexiones aéreas entre la ciudad capital y el resto del país: Air Panamá y Copa Airlines.
Air Panamá es la única que tiene conexiones aéreas a Bocas del Toro, Chiriquí y archipiélago de Guna Yala, mientras que Copa Airlines solo opera la ruta Tocumen-David.
La poca oferta local no se compagina con el éxito que ha tenido el país como centro de conexiones internacionales, aunque poco a poco podrían aparecer nuevos actores, con nuevas frecuencias.
Desde Panamá, una persona puede viajar de forma directa a 89 destinos a nivel mundial, esto sin contar los vuelos con escalas, como el que ofrecía AirChina, pero que fue suspendido por la aparición del virus respiratorio.
El tamaño del mercado doméstico y la extensión territorial limitan las operaciones domésticas, si es que no se hace una búsqueda incisiva de turistas.
Al igual que los vuelos internacionales, las conexiones locales están suspendidas desde el 23 de marzo pasado y la fecha tentativa para retomar operaciones en ambos casos es a partir del 23 de julio; esto, claro, si el número de casos positivos con la Covid-19 así lo permite.
El director de la Autoridad Aeronáutica Civil (AAC), Gustavo Pérez, comentó que el lunes 6 de julio personal del Ministerio de Salud se unirá a la comisión de reapertura aérea que tiene activa la entidad.
En esa comisión se discuten los protocolos sanitarios que deberán cumplir los vuelos en el país.
“Una vez el Minsa apruebe las medidas sanitarias a implementarse en los aeropuertos a nivel nacional, se estudiará la posibilidad de iniciar con los vuelos locales”, comentó Pérez.
El funcionario dijo que cada 15 días mantienen reuniones con la oficina regional de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para analizar la implementación y actualización de los protocolos que deben cumplir los pasajeros al momento de ingresar a las terminales aéreas y durante su permanencia dentro de los aviones.
Eduardo Stagg, gerente general de Air Panamá, comentó que la empresa está preparada para reiniciar operaciones, pero todo depende de las medida de movilidad que apliquen las autoridades de salud.
La demanda de pasajeros marcará el ritmo de recuperación de la aviación local, pero Stagg estima que una vez se autoricen las conexiones domésticas, la empresa regresaría con el 50% de su capacidad.
El año pasado, la compañía movilizó más de 250 mil personas, unas 50 mil menos que el año anterior, luego que la aerolínea dejó de operar algunos vuelos comerciales hacia Colombia, ante la caída en la rentabilidad de dichas rutas.
La IATA ha solicitado en múltiples ocasiones al Gobierno panameño que tome acciones para aliviar la carga que enfrentan las líneas aéreas que operan en el país o que tienen vuelos regulares hacia el país.
Se estima que en el primer semestre la industria aérea panameña perdió unos 820 millones de dólares.
En ese sentido, Stagg informó que la AAC será flexible con la compañía en lo relacionado con el pago de impuestos aeronáuticos, como el estacionamiento de las aeronaves, que al 23 de julio sumarán 4 meses en tierra.
De acuerdo con el programa de apertura económica fijado por el Gobierno, los hoteles, restaurantes y terminales aéreas podrán abrir cuando se habilite el bloque cuatro, pero con el repunte de casos positivos de la Covid-19, registrado en las últimas semanas, se ha retrasado la puesta en marcha del bloque 3.
No obstante, el presidente Laurentino Cortizo ha dicho que se pueden dar variaciones en los cronogramas de apertura de cada bloque, considerando el nivel de riesgo de contagio en cada actividad, las medidas de bioseguridad y las regiones en las que operan las empresas, entre otros indicadores.
El director de AAC señaló que para reactivar los vuelos internos, necesitarán el apoyo de los gobiernos locales, para obtener la trazabilidad de las personas, y para cumplir con las medidas de bioseguridad.
“Si un pasajero presenta síntomas, no puede completar su viaje, y para lograrlo, necesitamos que los gobiernos locales nos apoyen con los protocolos de seguridad”, indicó.
Para Xavier Sáez-Llorens, infectólogo e investigador científico, es importante que el personal que trabaja en los aeropuertos y en las líneas aéreas esté capacitado para aplicar los protocolos para prevenir la Covid-19 y que sepan cómo actuar si hay algún caso sospechoso.
Durante un conversatorio virtual con funcionarios de AAC, Sáez-Llorens comentó que es importante aplicar todas las recomendaciones que han establecido la IATA, la OACI y otros organismos, porque no es positivo depender de una sola medida, como las cámaras térmicas, porque pueden darse casos en que las personas toman un medicamento para reducir la temperatura corporal.
Desde la suspensión de los vuelos comerciales, la AAC solo ha autorizado operaciones humanitarias para el traslado de alimentos, medicinas y personas entre el aeropuerto Marcos A. Gelabert (Albrook) y las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí, y el archipiélago de Las Perlas.
Estos vuelos fueron operados por miembros de la Asociación Panameña de Aviación (APA), que han realizado 11 operaciones humanitarias, con un total de 60 horas de vuelo.
En total, las 12 aeronaves que la APA ha puesto a disposición de la AAC, han transportado 24 mil 646 libras de alimentos y enseres y 35 personas, incluyendo el traslado de dos panameños que estaban varados en Miami, Florida.
Con paso lento
La llegada del coronavirus no solo provocó un aterrizaje forzoso de la aviación comercial en el país; también ha trastocado nuevos proyectos que buscan mejorar la conectividad aérea entre los aeropuertos nacionales.
Jaime Fábrega, gerente de operaciones y mantenimiento de la aerolínea que operará con la marca Aeroperlas, comentó que a pesar de la pandemia han adelantado trámites legales para poner en marcha la operación, que ofrecerá vuelos diarios a Pedasí, en la provincia de Los Santos, y la isla de Contadora, en el archipiélago de Las Perlas.
Indicó que todo el proceso se ha hecho más lento, pero comentó que han logrado avanzar en los manuales de operaciones que deben entregar a la AAC.
Por el momento, Fábrega y Alonso Arias de la Guardia, quien ocupa la gerencia de la empresa, continúan con el plan de adquirir tres aeronaves modelo Islander, con capacidad para nueve pasajeros y dos tripulantes.
“A diferencias de otros proyectos que quieren establecer vuelos locales, nosotros no mantenemos deuda bancarias, porque no hemos comprado los aviones, ya que estamos esperando el mejor momento para hacer la transacción, ya que la aviación internacional está afectada y seguirá así por muchos meses, lo que tendrá un impacto sobre el precio de los aviones”, comentó Fábrega.