Con la aplicación de la desgravación arancelaria pactada en el tratado de promoción comercial (TPC) entre Estados Unidos y Panamá, que tocará a sectores sensitivos del agro, comerciantes y empresarios coinciden en la necesidad de encontrar un balance entre los actores.
En 2021 y 2022, como los primeros años de caída de los aranceles de importación de algunos productos como la carne de cerdo, los porcicultores solicitaron una renegociación del TPC porque aseguran que ha habido un exceso en las importaciones, en parte por la rebaja arancelaria.
Ante este panorama, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Distribuidores y Víveres de Panamá (Acovipa), Rodolfo Adames, manifestó que “Panamá debe sopesar cuáles serían las consecuencias de una renegociación del tratado, ya que hay otros mecanismos como las medidas de salvaguarda”.
El riesgo es que cuando se va a renegociar se abren todas las negociaciones, sobre “lo que te conviene y lo que no te conviene”, advirtió Adames, poniendo como ejemplo a México, que hizo una renegociación del tratado y ha generado más problemas en el sector productivo.
Como dirigente del gremio, invitó a mirar las partes positivas del acuerdo que ha permitido que Estados Unidos sea el primer usuario del Canal, la creación de zonas de procesamiento en Panamá Pacífico, ha abierto la posibilidad de crear escuelas para pilotos, entre otras oportunidades que se abrieron al país.
Igualmente reconoció que “no hubo un compromiso real de acompañamiento del sector agropecuario por parte de los gobiernos anteriores, lo que afectó al sector agropecuario, que no se preparó lo suficiente”.
El presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, Jose Ramón Icaza, indicó que se tiene que buscar un balance económico adecuado para que todos los actores, todos los agentes económicos del sector productivo del país y de la cadena alimentaria... puedan coexistir y cada quien pueda tener un beneficio adecuado por el riesgo y la producción que tiene”.