Como si se tratase de una vendetta callejera, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, responde a Panamá con romper relaciones comerciales con otras empresas y bloquearles las cuentas bancarias.
En un conflicto diplomático caracterizado en los últimos días por un toma y dame, Maduro reacciona un día después de que el Consejo de Gabiente del Gobierno panameño aplicara medida de retorsión y suspendiera por 90 días, a partir del 25 de abril, las operaciones de las aerolíneas venezolanas desde y hacia el istmo.
El resquebrajamiento comenzó cuando Maduro reacción por la medida de la Comisión Nacional contra el Blanqueo de Capitales que lo incluyó junto a otros funcionarios de su gobierno, en la lista de 55 personas consideradas de alto riesgo para el sistema financiero panameño.
Desde el Palacio de Miraflores la característica diplomácia del micrófono se activó y sin analizar implicaciones para sus ciudadanos, suspendió por 90 días las operaciones de Copa Airlines y rompió relaciones comerciales con una lista de empresas y personalidades del istmo.
Aunque no se conoce la nueva lista de empresas panameñas “sentenciadas” desde ayer por Maduro, lo que sí es palpable es la incomunicación aérea en la que están quedando los venezolanos y el país con el resto de América Latina y el mundo.
Se calcula que de bloquearse del todo las operaciones aéreas panameñas en Venezuela, el país sudamericano perderá 255 mil asientos anuales que tenía disponibles para conectar con la región a través del istmo.
Otros 182 mil asientos anuales se pierden, contabilizando las operaciones de las aerolíneas venezolanas que volaban a Panamá.
“Con la retirada de las operaciones de las aerolíneas de Venezuela a Panamá el próximo 25 de abril, se perderá el 24% de los asientos que se ofrecían para viajar a la región, lo que se suma al 36% de conectividad que ofrecía Copa Airlines, Venezuela pierde más de 60% de su conexión con América Latina y el Caribe”, dijo Julio Arnaldes, director de la Asociación Venezolana de Mayoristas y empresas de representaciones turísticas.
Hacia el istmo operan las aerolíneas venezolanas Laser, Avior, La Venezolana, Turpia Airlines, Aeropostal y Conviasa; y hasta septiembre de 2017 lo hizo la aerolínea Santa Bárbara, que dejó de operar la ruta por problemas económicos.
Julio Arnaldes señaló el debilitamiento de la relación entre ambos países, e indicó que quedan los venezolanos y turistas sin posibilidad de conectar tanto con el país como con otras regiones de América Latina y el Caribe.
Crisis aérea
La salida de aerolíneas de Venezuela ha sido algo característico en los últimos 5 años. De un total de 25 aerolíneas internacionales que operaban a distintos países, hoy solo quedan 9, una reducción de 64%.
Unas 17 compañías que operaban desde y hacia Venezuela, como Avianca Lufthansa, Delta Airlines, United, AeroMéxico y Latam Airlines, ya no ofrecen el servicio.
En este momento las aerolíneas afectadas están informando a los pasajeros que se les devolverá el dinero de los pasajes o se reubicarán en vuelos a otros destinos. Los pasajeros varados en Caracas no encuentran “literalmente” una salida área pronta del país. Algunos habían sido reubicados en las rutas que cubren las empresas venezolanas hacia Panamá, pero ahora con la suspensión que se hará efectiva el 25 de abril se complica el traslado.
Algunas opciones son salir de Caracas para Santo Domingo en República Dominicana, a través de Caribbean Airlines y conectar luego con uno de los vuelos de Copa Airlines; y pagar entre mil 700 y más de 3 mil dólares, cuando antes eran entre 800 y mil dólares.
En Panamá, la comunidad venezolana manifiesta su zozobra por la tensa situación entre ambos países.
“Las medidas tomadas por el Gobierno de Panamá afectan más a la comunidad venezolana en Panamá que al Gobierno de Venezuela”, expresó Theoscar Lisboa, administrador de las redes sociales de @ChamosenPanamá.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) también rechazó la suspensión de las operaciones de Copa Airlines y espera que se restablezcan.
El director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), Luis Felipe de Oliveira, envió una carta a la autoridad venezolana manifestando que la interrupción de las operaciones de Copa Airlines corren el riesgo de dejar incomunicada a Venezuela.
“Para ALTA, abogar por el desarrollo social y económico de la región a través del crecimiento de la industria del transporte aéreo es una prioridad y debemos expresar que la suspensión de la totalidad de los vuelos operados por Copa Airlines desde y hacia Venezuela por un lapso de 90 días prorrogables nos preocupa considerablemente...”.
De Oliveira dijo que Copa Airlines ha trabajado para ofrecer un esquema que permita a los venezolanos acceder a tres vuelos diarios desde Caracas, un vuelo diario desde Maracaibo y un vuelo diario desde Valencia. “La implementación de esta medida dificultará aún más la conectividad aérea, que ya es muy limitada, y obstaculizará la comunicación de Venezuela con el resto de los países de la región y el mundo”.
Las rutas se restringen para los venezolanos, un calvario más en un país en el que muchas familiares tienen entre 1 y 2 miembros viviendo en el exterior debido a la crisis.
Las razones por las que Wingo sigue volando a Venezuela
La sanción de Nicolás Maduro contra Copa Airlines no afectó las operaciones de Wingo. Pese a ser parte del grupo de empresas de Copa Holdings, Wingo está registrada como Aero República , con origen colombiano. La aerolínea de bajo costo opera con normalidad entre Bogotá y Caracas, lo que se ha convertido en una salida para los pasajeros con destino a Panamá.
Sin embargo, aunque es una aerolínea de bajo costo, sus pasajes se encuentran en mil dólares, debido a la alta demanda.