Un indicador de confianza del consumidor estadounidense aumentó inesperadamente a principios de diciembre al segundo nivel más alto desde marzo, en medio de perspectivas de que una vacuna llegará pronto para calmar la pandemia.
El índice de confianza preliminar de la Universidad de Michigan subió 4.5 puntos a 81.4, desde una lectura final de noviembre de 76.9, según cifras de ayer que superaron todas las estimaciones de la encuesta de Bloomberg a economistas. La proyección mediana fue de 76.
El indicador de las condiciones actuales aumentó a 91.8, el nivel más alto desde marzo, mientras que una medida de las expectativas mejoró 4.2 puntos a 74.7. La perspectiva de los encuestados para la economía en los próximos cinco años tuvo el mayor aumento a principios de diciembre desde mayo de 2011.
Un indicador de confianza más positivo probablemente refleja el optimismo en torno a la distribución inminente de una vacuna, que aliviaría las restricciones comerciales y permitiría que se reanudaran muchas actividades presenciales. Aun así, el virus continúa propagándose sin control, con casos y muertes récord, mientras que legisladores siguen en desacuerdo sobre un nuevo paquete de ayuda.
No obstante, el destino de un paquete adicional de ayuda federal para pandemias sigue sin resolverse. Sin un acuerdo para fin de año, millones de estadounidenses podrían quedar sin beneficios por desempleo al iniciar el nuevo año.
La encuesta realizada del 23 de noviembre al 9 de diciembre también mostró que si bien las opiniones a largo plazo de las condiciones comerciales mejoraron notablemente, las actitudes de los consumidores sobre su situación financiera no cambiaron casi.
El informe surge tras nuevas señales de una posible inestabilidad del mercado laboral.