En Panamá hay un mayor consumo de productos enlatados, en envases de vidrios y plástico. Ahora se toma más agua embotellada que hace una década y en los supermercados es fácil ver cómo las verduras y frutas vienen picadas y empacadas, listas para llevar.
Estas facilidades, que aligeran la vida del consumidor, se ha convertido en un dolor de cabeza, porque en Panamá la mayoría de estos desechos no se reciclan.
Según la Cámara de Reciclaje de Panamá, en el país se genera cerca de 4 mil toneladas de basura diaria, pero solo el 7% se recicla. El resto (93%) va a parar en vertederos, ríos, mares y manglares.
El problema radica en un tema de educación y legislación, asegura Javier Miró, presidente de la Cámara de Reciclaje de Panamá.
Miró observa de forma positiva el hecho de que este año se hayan aprobado tres leyes en el país que impulsan el reciclaje y la reducción de plásticos. Pero en materia educativa y logística reconoce que aún falta mucho por hacer.
Mercedes, una ama de casa que apuesta al reciclaje, sufre la calamidad que en su edificio no exista una propuestas que permita diferenciar los desechos de forma correcta. Reagrupa todo el plástico que se bota en casa y lo lleva a una fábrica de reciclaje cada mes. Este método desincentiva la recolección y reutilización de los materiales.
Miró acepta que la logística en materia de reciclaje “es sumamente costosa y eso dificulta el proceso”.
“A veces las personas quieren inventar programas, por ejemplo, reciclar en los edificio. Se recogen entre 3 o 4 bolsas de plásticos y latas, que representan cerca de $12 en productos que se están recuperando, pero mandar un camión a ese edificio que recoja esas tres bolsas puede costar entre $85 a $100, lo que supone que los residentes deben pagar una diferencia de entre $73 a $88, lo que hace que muchas veces se acabe la iniciativa. Entonces hay que estar conscientes de recoger un volumen mayor entre la comunidad que genere el dinero suficiente para cubrir el costo del transporte y quede algo de ganancia”, asegura el especialista.
En Panamá hay muchas empresas que se dedican al reciclaje de chatarras, plásticos y materiales peligrosos. Red Ecológica y Recimetal recolectan distintos materiales, mientras que Recicla Panamá recibe computadoras y basura electrónica. Las empresas que se suman a la iniciativa va en aumento, pero hace falta un sistema que permita recolectar toda la basura doméstica que genera el millón de hogares en todo el país.