De los ocho productos que no están en la lista de control de precios desde julio de 2019 (tuna en agua, pecho con costilla, jarrete, chuleta de cerdo regular, huevos medianos, lentejas, macarrón y porotos), al menos cuatro han registrado una variación al alza.
De acuerdo con un monitoreo no científico llevado a cabo por este medio en tres supermercados de la ciudad, se pudo constatar que las lentejas, la tuna en agua, los macarrones y los porotos registraron aumentos de precios de entre $0.2 y $0.68, luego de su liberación.
“Es una de las primeras promesas que se le incumple al sector productivo”.
Augusto Jiménez, Asociación de la Comunidad Productora Tierras Altas.
Se trata, en su mayoría, de productos importados, mientras que los productos nacionales mantienen en promedio los mismos precios que tenían en la regulación.
En el caso de la lenteja, por ejemplo, al estar regulada, el precio máximo de venta por libra era de $0.73 y actualmente se comercializa entre $0.79 y $1.23 en los supermercados de la ciudad, mientras que el atún en agua de 170 gramos, que se comercializaba en $1.08, se consigue en el mercado entre $1.10 y $1.76.
Recientemente, el presidente Laurentino Cortizo advirtió de que si alguno de los productos que fueron excluidos hace seis meses registran incrementos en su precio, no dudará en incluirlos nuevamente en el sistema. “Que quede claro”, dijo, “los productos que salieron del control de precios y suben, yo no voy a esperar seis meses, donde vea que sube el precio de alguno de los productos que ya no forman parte del control de precio... en ese mismo momento, lo vuelvo a incluir”.
“Donde vea que sube el precio de alguno de los productos que ya no forman parte del control de precio...En ese momento, lo vuelvo a incluir”.
Laurentino Cortizo, Presidente de Panamá
Para el economista Olmedo Estrada, ni las medidas coercitivas ni las amenazas son soluciones. “El control de precios sigue distorsionando el mercado, el cual, en una economía como la nuestra (de libre oferta y demanda) no ayuda a conseguir el resultado que se quiere”, dijo.
El secretario general del Colegio de Economistas de Panamá propone que se diseñen políticas públicas que permitan a más productores poner en el mercado bienes y servicios accesibles a la población. “Tiene que haber más empresas, más proponentes en el mercado para poder encontrar esa nivelación de precios”, dijo.
El control de precios, vigente desde julio de 2014, bajo la administración de Juan Carlos Varela, incluía 22 artículos de la canasta básica.
Cuando se inició el Gobierno de Laurentino Cortizo, la lista se redujo a 14 productos, entre ellos la babilla, el bistec de cinta con hueso, la carne molida de primera, la yuca no parafinada, leche en polvo, pollo, arroz de primera, cebolla amarilla, papa y tomate.
Cortizo había prometido en campaña una progresiva reducción en el número de productos regulados.
Con el objetivo de continuar con el proceso de “desregularización” paulatina del control de precios, el ministro de Comercio e Industrias, Ramón Martínez, manifestó a finales de 2019, que siete productos podrían salir nuevamente de la regulación. Sin embargo, el anuncio fue frenado por el presidente Laurentino Cortizo, que ahora advierte de que podría volver a incluir productos ya retirados.
“Es una de las primeras promesas que se le incumple al sector productivo”, dijo Augusto Jiménez, miembro de la directiva de la Asociación de la Comunidad Productora Tierras Altas.
El productor de cebolla, tomate y papa asegura que “esta es la prueba más evidente de que el control de precios es una medida con un trasfondo político y populista y que además no es funcional”.
Explica que no funciona porque cuando hay mucha oferta de tomate, por ejemplo, se le paga al productor en el campo $0.10 por libra, mientras que al consumidor se le vende a $1.23, ya que este es el precio fijado en la regulación.
Durante el último semestre de 2019, los precios de la papa pagados al productor se abarataron por el exceso de oferta a $0.20. Sin embargo, en los supermercados se comercializa en $1.54 por kilogramo y $0.70 la libra, debido al control de precios.
El productor teme que estos productos se mantengan controlados hasta 2024.
La justificación del control de precios fue, desde su implementación, la reducción del costo de la canasta básica familiar.
En el último informe del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), de septiembre de 2019, el costo de la canasta básica familiar de alimentos, que incluye 59 productos, fue de $310.04. Se trata de un alza de $5.03 respecto al monto comercializado en el mismo mes de 2018.
El reporte del MEF señala que la lenteja y la tuna en agua son algunos de los productos que se encarecieron debido a los costos de importación.
Giovani Fletcher, presidente del Instituto Panameño de Derecho de Consumidores y Usuarios, asegura que para mantener el control de precios, las autoridades deben informar quiénes son los causantes de las distorsiones.
“Desde hace años se están regulando precios, sin decir cuáles son las distorsiones que llaman o motivan a la práctica del control de precios. Hasta ahora, no sabemos cuál es el impacto de la regulación”, señaló el representante de los consumidores.
Entre los productos excluídos de la regulación en julio de 2019 figuran los huevos. Luis Castroverde, presidente de la Asociación Nacional de Avicultores de Panamá, dijo que el control de precios afecta la productividad.
“No solamente en este momento, sino en el anterior Gobierno planteamos que la medida de regulación de precios prolongada no tiene efectos sanos en las actividades productivas. Creo que eso ha quedado evidentemente demostrado. Lo ideal es que prevalezca la libre oferta y demanda”, dijo.
Explicó que en el caso de los huevos medianos, que fueron excluidos del control de precios en julio del año pasado, los precios se mantienen incluso por debajo de lo que tenían durante la regulación.
