De mantenerse la apertura de nuevos destinos en la región, Copa Airlines espera que a finales del tercer trimestre estará operando al 70% de la capacidad que registró en igual periodo de 2019.
La compañía que es operada por Copa Holdings, cerró el segundo trimestre con una capacidad de 48% y aunque todavía mercados importantes como Brasil, Argentina, Colombia y Estados Unidos continúan con ciertas restricciones, la empresa está a punto de obtener ingresos por $415 millones, lo que superaría los 304 millones de dólares reportados entre abril y junio.
Esta proyección de crecimiento para los próximos meses llevó al grupo aéreo a modificar su plan de reestructuración de su flota. La empresa había decidido salir de su flota Embraer 190 y de los 12 aviones modelos Boeing 737-700 para concentrarse en las aeronaves de mayor tamaño como el MAX-9.
Durante la llamada que sostuvo el equipo de Copa Holdings con analistas de mercados de Wall Street, se informó que la empresa mantendrá 6 Boeing 737-700.
Pedro Heilbron, director ejecutivo de Copa Airlines, señaló que los 737-700 se concentrarán en rutas cortas y tomarán el lugar que dejarán los Embraer.
Indicó que son aviones propios y el costo beneficio de mantenerlos es alto y tienen la misma confiabilidad que el modelo 737-800.
Para finales de año la empresa espera cerrar con una flota de 89 aviones, incluyendo dos modelos MAX-9 que recibirán durante el cuarto trimestre, explicó José Montero, director financiero de Copa Holdings.
A pesar del crecimiento reportado en el segundo trimestre, el panorama para la aviación comercial es incierto debido a la aparición de nuevas cepas del coronavirus (Covid-19), como la variante Delta.
Para los próximos meses Copa espera un repunte en la demanda del segmento corporativo que actualmente representa el 15% de los viajeros, cuando antes de la pandemia era el 50%.
