“Largo y difícil”. Con estas palabras Pedro Heilbron, presidente ejecutivo de Copa Airlines, definió el camino que tiene por delante la industria aérea y el turismo, una vez se levanten las restricciones a la aviación comercial impuestas por los gobiernos de la región para enfrentar la pandemia provocada por el coronavirus (Covid-19).
La aerolínea planea activarse el 26 de junio y lo hará solo con el 10% de su flota. Dependiendo de la demanda que experimenten, se proyecta llegar a un 40% para el mes de diciembre.
Durante su participación en el encuentro virtual “Café con La Prensa”, Heilbron comentó que debido a la baja demanda que se registrará en los próximos meses, la compañía solo volará a unas 40 ciudades del total de 80 que tenía en su itinerario antes de la pandemia respiratoria.
“No hemos pensado cerrar destinos, pero no todos los vamos a operar este año, porque la demanda será baja”, comentó el ejecutivo que lidera una organización con más de 7 mil colaboradores y que hoy mantiene cerradas sus operaciones.
El confinamiento y el cierre de aeropuertos le ha dado un duro golpe a la aviación. Nunca se había experimentado algo igual, por lo que este proceso de reajustes es calificado por Heilbron como “una ultramaratón en la que no sabemos dónde está la meta”.
De no extenderse el cierre de los cielos en la región, los primeros destinos a donde volaría la aerolínea son San José, Costa Rica; Lima, Perú; Sao Paulo, Brasil, Miami, Estados Unidos, Santiago de Chile y Caracas en Venezuela.
Hasta la semana pasada, la empresa tenía dentro de su programación reiniciar en el corto plazo sus vuelos a Colombia, pero las autoridades aeronáuticas del vecino país extendieron hasta el 31 de agosto el veto a los vuelos internacionales. (ver gráfica).
Heilbron reconoce que todavía hay mucha incertidumbre sobre cómo va a ser el futuro. “Lo que sabemos es que estaremos operando por debajo de lo que éramos”, indicó.
Algo vinculado a esta incertidumbre es que los principales mercados de la aerolínea son Estados Unidos, Brasil y Colombia, países que al día de hoy no han logrado aplanar la curva de nuevos contagios de la enfermedad.
Empleos
Durante el encuentro virtual, que agrupó a más de mil 500 personas, el futuro laboral en la empresa se posicionó como uno de los ejes temáticos de mayor interés.
El cierre comercial de sus operaciones ha provocado el ofrecimiento de retiros voluntarios, reducción salarial, licencias sin sueldo y la suspensión temporal de contratos. No ha habido otro camino.
Hasta el mes de mayo, 800 colaboradores se acogieron al plan de retiro voluntario, otros 700 optaron por licencias sin sueldo de hasta 12 meses, y el 98% de la planilla administrativa aceptó una reducción del 50% de la jornada laboral y el respectivo descuento en los salarios.
Copa no recibe ingresos desde el 23 de marzo y los gastos alcanzan los 85 millones de dólares al mes.
“Si no tomamos medidas, no vamos a sobrevivir, y de nada servirá lo que estamos haciendo”, acotó.
En Panamá, la línea aérea tiene una planilla de 7 mil 500 trabajadores, la mayoría inscrita en los 4 sindicatos que hay en la empresa.
Al no alcanzar un acuerdo relacionado con el recorte de la jornada laboral, Copa Airlines se acogió al Decreto 81 del 20 de marzo, implementado por el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral, que permite la suspensión temporal de los contratos.
Cristóbal Sousa, secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores de la Industria de la Aviación, indicó que el Mitradel aceptó la suspensión de los contratos a pesar que dos de los cuatro sindicatos que hay en Copa habían presentado un pliego de violaciones por las medidas que implementaría la empresa.
Por su parte, Jaime Cohen, presidente de la Unión de Aviadores Comerciales (Unpac), señaló que la empresa ha estado llamando a pilotos que tienen el contrato suspendido para que operan los llamados vuelos humanitarios, pero indicó que son vuelos que se ha realizado para repatriar a clientes que quedaron varados debido a la pandemia.
Heilbron indicó que el objetivo es salvar la mayoría de los puestos de trabajo y señaló que los empleados de la empresa tendrán prioridad cuando la compañía empiece a recuperarse.
Para apuntalar su liquidez y enfrentar la falta de ingresos, Copa Holdings, grupo que administra las operaciones de Copa Airlines y Wingo, obtuvo en abril un financiamiento por más de 645 millones de dólares.
De este total, 350 millones de dólares los levantó por medio de una emisión de bonos convertibles, a una tasa anual de 4.50% con vencimiento en 2025.
Durante el conversatorio, Heilbron reiteró que no han solicitado ningún rescate financiero al Gobierno panameño, como lo han hecho sus pares regionales.
Tal es el caso de Avianca que negocia un paquete de ayuda por mil millones de dólares con el gobierno colombiano.
Existe la posibilidad de que el Ministerio de Economía y Finanzas y el Aeropuerto Internacional de Tocumen establezcan una reducción en las tasas aeroportuarias para incentivar los viajes al país. Heilbron comentó que la empresa apoyaría dicha iniciativa.
Recorte en la flota
Copa Airlines ajustará su flota de 102 aeronaves, hoy estacionada en Tocumen.
La empresa acelerará la salida de 14 aviones Embraer y 16 Boeing 737-700. Muchas de estas aeronaves permanecerán en hangares hasta que puedan ser vendidas.
La aerolínea firmó en 2015 una orden de compra con el fabricante Boeing para adquirir 71 aeronaves por más de 6 mil 600 millones de dólares.
Respecto a este contrato, Heilbron comentó que no tienen apuro en recibir nuevos aviones, porque no tienen como usarlos, pero tampoco pueden rechazarlos porque las implicaciones legales serían importantes.
En esta esfera, Copa Holdings negocia una compensación económica con Boeing debido a la paralización de su flota de 6 aviones MAX9, que desde marzo de 2019 está en tierra debido a la suspensión mundial que pesa sobre este modelo, luego que problemas en el sistema de estabilización provocó dos accidentes en otras aerolíneas.
Seguridad en los aviones
Las aerolíneas, al igual que todas las actividades económicas se han visto obligadas a establecer nuevos protocolos de bioseguridad debido al contagioso coronavirus.
Ante la sugerencia de que las aerolíneas dejen asientos para permitir más espacio entre los pasajeros, Heilbron comentó que en la empresa no ve viable esta medida por múltiples razones.
La primera es que el sistema de filtrado del aire de las aeronaves reduce la circulación de las partículas, lo que ya es una barrera para evitar contagios.
Por otro lado, dejar asientos vacíos y con la baja demanda que se dará en los próximos meses, provocaría un alza en las tarifas para cubrir los costos operativos.
A su juicio, todo apunta a que los precios bajarán una vez las empresas en general retomen sus operaciones en la medida en que el coronavirus de tregua.
Por ahora, Heilbron calcula que la industria de la aviación tardará tres años en recuperarse de la pandemia.