El brote del coronavirus ha cambiado el rumbo de la industria marítima. Se calcula que las pérdidas alcanzan los 350 millones de dólares por semana, una cifra alarmante cuando se está en medio de un frágil entorno económico mundial.
Esta es la estimación que ha hecho la Cámara Internacional de Transporte Marítimo (ICS) sobre el impacto del brote, considerando los costos adicionales de refrigeración de la carga que no se ha podido despachar y el cierre o paralización de algunos puertos.
China ha sido el epicentro del brote, que ya alcanza a otros países en Asia, Europa y América. El transporte marítimo de mercancías es muy dependiente del comercio chino, de allí que se vea golpeado por la epidemia, lo que arrastra a la actividad de los puertos y la demanda de materias primas en China.
Grandes economías de América Latina, como Brasil, Argentina y Chile tienen en el gigante asiático a su principal socio comercial. Ya sea de carne, granos o cobre, China se abastece con productores latinoamericanos. A su vez, muchas cadenas de producción locales dependen de componentes chinos, lo que ha generado una nube negra sobre sus economías.
La epidemia del nuevo coronavirus, que superó ayer los 3,000 muertos, sigue progresando en el mundo a un ritmo más rápido.
La epidemia del COVID-19 el nombre de la enfermedad que provoca el virus- se debilita en China, donde hay drásticas medidas de cuarentena que afectan a más de 50 millones de personas, pero en el resto del mundo la propagación de la enfermedad se acelera.
En las últimas 24 horas hubo cerca de nueve veces más de nuevos casos de COVID-19 registrados fuera de China que en China, aseguró en rueda de prensa el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Volviendo al impacto de la industria naviera, el think tank Shanghai International Shipping Institute, calcula una disminución de la demanda de líneas navieras valorada entre un 20% y un 50% menos.
Un tercio de los principales puertos chinos tienen sus instalaciones de almacenamiento prácticamente colapsadas.
La congestión se encuentra en los puertos chinos con mayor tráfico de mercancías como el de Shanghai, Xingang, Tianjin y Ningbo.
Los puertos han alcanzado su capacidad máxima de contenedores frigoríficos, por lo que se ha aconsejado a las compañías navieras descargar en Malasia, Vietnam o Taiwán.
En el mundo, el coronavirus ha generado un aumento de costes adicionales que las navieras intentan compensar con la introducción de un impuesto de congestión para el transporte refrigerado a China, con precios que se sitúan entre 1,000 y 1,250 dólares por contenedor frigorífico.
La Cámara Internacional de Transporte Marítimo El organismo calcula que más de 350 mil contenedores han sido retirados del comercio mundial como resultado del brote.
Las cadenas de suministro mundiales siguen sufriendo y existen problemas en torno a la cuarentena de los buques en los puertos, los cambios de tripulación y la garantía de la salud de la gente de mar y los pasajeros.
Basado en información internacional