La estrechez financiera y las presiones económicas que le ha impuesto el Covid-19 al país agravan el problema estructural que por años ha tenido el sistema de pensiones administrado por la Caja de Seguro Social (CSS).
Con la cuota obrero-patronal se pagan las pensiones de 290 mil jubilados que forman parte del subsistema de reparto definido de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), y además se financia el sistema de enfermedad y maternidad.
De acuerdo con la información que analiza la CSS, comparando los primeros días de marzo con los primeros días de abril, se ha identificado que los aportes en concepto de cuota obrero-patronal se redujeron.
En los primeros ocho días de marzo se recaudaron $13.9 millones, y en igual franja de tiempo para el mes de abril la recaudación de la cuota había bajado a $9 millones.
El subdirector de la CSS, Francisco Bustamante, reconoce que esto puede marcar una tendencia que tendrían que mirar con especial cuidado.
Las recaudaciones a la baja generarían una tensión adicional para hacerle frente al pago de los jubilados y pensionados, porque podría acortar la vida de las reservas que se gastan con mucho más celeridad desde el año pasado.
El problema actual radica en que muchas empresas han cerrado o reducido temporalmente sus operaciones y, con ello, se han suspendido 57 mil contratos de forma provisional.
Esta situación no las exime del pago de la cuota. Y, así, algunas empresas con buen músculo financiero han seguido pagando la asignación obrero-patronal a la CSS.
Sin embargo, entre las empresas que están prácticamente inoperantes se encuentran micro, pequeñas y medianas organizaciones que no tienen la capacidad para seguir asumiendo la cuota de sus colaboradores.
Por otro lado, está el grupo de profesionales que trabaja por cuenta propia y que ha interrumpido sus operaciones a raíz de las disposiciones del Estado para controlar el brote de Covid-19.
Algunos de estos independientes, que suelen pagar su cuota obrero-patronal, habrían preferido reservar ese dinero ante la incertidumbre de no saber cuándo se regularizarán sus actividades.
La inesperada situación, tensa las finanzas de la CSS. La entidad pudo validar que al cierre de 2019 se consumieron $249 millones de las reservas del subsistema definido del IVM para poder pagarle a todos los pensionados el año pasado.
El pronóstico indicaba que durante ese periodo se utilizarían $228 millones para hacer los pagos de las pensiones, pero la realidad superó los cálculos que, de por sí, no eran halagadores.
Las cifras fueron parte de la alerta que lanzó Bustamante en la Asamblea Nacional, cuando hace un mes se intentaba aprobar un proyecto de ley que proponía suspender el pago, retener y cobrar la cuota obrero-patronal por un periodo de tres meses.
En ese momento, Bustamante advirtió sobre los riesgos financieros y sanitarios que asumiría la entidad y el país si se aprobaba dicha propuesta. La intención de los diputados no se concretó, pero ello no implica que las finanzas de la CSS estén inmunes a los efectos del Covid-19.
La CSS atiende al 87% de la población panameña. Lleva el peso de la atención de los hospitales, lo cual se financia con lo que se recauda con las cuotas que pagan los trabajadores.
Al cierre de 2018, se reportaron en el subsistema definido del IVM ingresos por $1,649 millones, mientras que los gastos para el pago de las pensiones llegaron a $1,697.
La diferencia de $48 millones, pese a los aportes del Estado, no dejó otro camino que utilizar las reservas. Y para 2019, el déficit fue de $249 millones. El hueco es más grande con el pasar de los años.
Hasta antes del Covid-19, y considerando la dinámica de los gastos, se proyectaba que para 2023 se habrían de agotar las reservas del subsistema definido del IVM, pero debido a la actual crisis tocará validar si ese cálculo mantiene o pierde vigencia.
El problema es que a lo largo del tiempo se ha ido reduciendo considerablemente la masa de cotizantes, mientras que el número de pensionados y el tiempo de pagar pensiones aumenta.
En las últimas reformas al sistema de pensiones en el año 2005, se determinó que las generaciones que cotizan desde 2008 entraban de forma obligatoria al llamado sistema mixto, que tiene un componente de ahorro individual para no seguir arrastrando el déficit hacia los nuevos cotizantes.
Desde aquel momento, se sabía que la reforma era un paliativo y que en menos de una década había que hacer un nuevo ajuste, pero no se hizo nada durante la administración de Ricardo Martinelli y tampoco en la de Juan Carlos Varela.
En enero de 2020, bajo la administración de Laurentino Cortizo, la CSS admitió el problema del IVM.
Entonces, se aseguró que en 18 meses las autoridades esperaban contar con los informes financieros auditados que servirían de base para convocar un diálogo nacional que concluya en reformas al sistema.
Pero, evidentemente, la pandemia del nuevo coronavirus replegó la urgencia con la que se debía trabajar en este tema. Al menos por ahora.
No aplican recargos por pago tardío
La Caja de Seguro Social (CSS) suspendió el cargo de multas e intereses por el pago tardío de las cuotas obrero-patronales correspondientes a los meses de febrero, marzo, abril y mayo de 2020.
En la Resolución No. 383 del viernes 3 de abril de 2020, se reconoce que la pandemia del coronavirus ha afectado los factores de producción en el país, lo que hace necesario prorrogar la imposición de multas por la presentación tardía o corrección de la planilla mensual, recargo e intereses por mora en el pago de la totalidad o de una parte del monto de las cuotas que se adeuden.
Se incentiva a los patronos, sujetos al régimen obligatorio o voluntario, que estén en capacidad de seguir pagando la cuota, que mantengan dicho compromiso, “para garantizar la liquidez de pago respecto de las obligaciones que debe satisfacer la institución”.
