Para un tejido empresarial renqueante que trataba con dificultades de reactivarse luego de uno de los cierres más estrictos de América Latina, el anuncio de una cuarentena total entre los próximos 4 y 14 de enero, que se suma al cierre de actividades decretado entre el 31 de diciembre y el 4 de enero, supone un balde de agua fría.
Los principales gremios empresariales del país, agrupados en torno al Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), manifestaron ayer su rechazo a la cuarentena total en una conferencia en la que quedó de manifiesto el distanciamiento entre la empresa privada y el Ejecutivo, justo cuando la crisis sanitaria atraviesa su peor momento.
“La reciente medida de establecer cuarentena en las provincias de Panamá y Panamá Oeste, atenta directamente contra la sostenibilidad de las empresas... Luego de diez meses de paralización del sector productivo, establecer una nueva cuarentena generará un continuo deterioro del sector productivo formal, el cierre definitivo de operaciones de cientos de empresas, empleos perdidos y aumento de la informalidad”, señaló el Conep.
Julio De La Lastra, presidente del gremio, abogó por un balance entre medidas sanitarias y económicas. “El mejor interés del país no es obviamente encerrar a 4 millones de personas por dos meses más sin que puedan salir, porque al final lo que vamos a tener es una hecatombe épica, una hecatombe social de proporciones nunca antes vistas”, aseguró.
Una prueba de la lentitud del proceso de reapertura es que hasta el 15 de diciembre se habían reactivado 105,000 contratos, un 37% de los que habían suspendido durante la pandemia.
A través del Decreto Ejecutivo 229, el Gobierno había establecido la reincorporación paulatina de trabajadores a partir de enero.
El Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral adelantó que tras el anuncio de la nueva cuarentena se suspendería el Decreto 229, pero hasta el cierre de esta edición no se había publicado en Gaceta Oficial ninguna norma que modificara el Decreto 229.
Elisa Suárez, presidenta de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), dijo que con las medidas de cuarentena “lo que posiblemente va a pasar es que empresas listas para regresar, que pudiesen haber comenzado a trabajar con una reactivación gradual de contratos, ahora lo que tenemos en riesgo es que ni siquiera podamos seguir sosteniendo a los 105 mil contratos reactivados”.
Consultados sobre la cantidad de contratos que quedarán suspendidos, Jorge Lara, presidente de la Cámara Panameña de la Construcción (Capac), dijo que “la cifra es mayúscula. Con el Decreto 229 se pretendía reactivar contratos a partir del 4 de enero en un porcentaje, pero todos esos contratos volverán a quedar suspedidos”.
Mientras, el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs) hizo piqueteos y cortó la circulación de las vías por momentos en la mañana de ayer reclamando que los trabajadores que sean suspendidos por la nueva cuarentena sigan recibiendo salario.
Lara se sumó al rechazo a la cuarentena decretada por el Gobierno y sostuvo que “el sector de la construcción puede trabajar en espacios abiertos, guardando el distanciamiento físico que se requiere. En nuestras obras los contagios son muy pocos”.
El sector empresarial cuestiona la cuarentena total, pero también la ausencia de comunicación oportuna cuando se toman decisiones trascendentales para las empresas y la falta de consideración de propuestas efectuadas por el sector privado para mitigar la crisis sanitaria y revertir la situación económica. “No se trata de co-gobernar”, sostuvo De La Lastra, quien enfatizó que en el sector privado hay expertos en distintas áreas que pueden aportar en la búsqueda de soluciones.
Los gremios fueron claros al reclamar al Gobierno “una estrategia integrada, coherente y viable que conjugue las variables sanitarias, económicas y sociales donde las acciones una vez implantadas permitan al país salir de la crisis que enfrentamos”.
El presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura, Jean-Pierre Leignadier, manifestó que es responsabilidad del Gobierno no quedarse en una acción e instó a las autoridades a señalar cuáles son los planes y las estrategias que hay para enfrentar la crisis sanitaria y económica, para conocer, por ejemplo, cuál es el plan durante la cuarentena y después del 14 de enero, qué objetivos se esperan alcanzar con la cuarentena (reducción de casos a qué nivel), qué acciones se van a realizar en las comunidades donde están los principales focos de contagio, o qué planes hay para la reactivación de la economía y la creación de empleo.