El Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), de la Contraloría General de la República, presentó los resultados de la Encuesta de Mercado Laboral Telefónica: junio 2021, llevada a cabo entre el 7 de junio y el 3 de julio del presente año, donde se refleja una disminución en la tasa de desempleo, de 18.5% (septiembre 2020) a 14.5%.
El desempleo disminuye porque hay menos gente buscando trabajo (por irónico que parezca). El número de desocupados se redujo en 89 mil 933 personas entre septiembre 2020 y junio 2021, de las cuales 66 mil 502 (74%) es resultado de la reducción de la Población Económicamente Activa (PEA), mientras que 23 mil 431 (26%) encontraron empleo (informal).
Esta cifra de nuevos empleos en 9 meses es muy inferior a los 45 mil anuales agregados a la economía entre el 2014 y 2019, pero muy superior a los casi 289 mil perdidos en el 2020, a pesar de un aumento importante en la planilla estatal entre el 2019 y 2020.
Ante la Covid-19, Panamá adoptó las más severas medidas de restricción de movilidad en Latinoamérica, y proporcional a su población, pagó el más alto costo socioeconómico. En una economía donde el 70% de los empleos son presenciales, este costo incluyó la cuarta peor contracción económica en el mundo, la eliminación de 15% de su fuerza laboral, la pérdida del 37% de los empleos formales de su sector privado, la reducción del 40% en los ingresos de la Caja del Seguro Social (CSS) y una disminución de $600 millones mensuales en el consumo.
Contrastando los informes laborales del INEC a agosto 2019 y junio 2021 (22 meses), se puede constatar el brutal impacto de la Covid-19 sobre el empleo en aquellas actividades económicas con altos componentes de presencialidad.
En ese lapso y a pesar de los 23 mil 431 empleos agregados a la economía en los últimos 9 meses (octubre 2020 a junio 2021), 265 mil 520 trabajadores perdieron sus empleos. Cinco sectores claves, como lo son agricultura, construcción, comercio, logística y turismo, perdieron en conjunto 285 mil 600 empleos, pérdida parcialmente mitigada por incrementos en la planilla estatal y el sector educativo (+65 mil 341).
La generación de empleo formal marcha lentamente. Entre enero y septiembre 2021 y según información del Ministerio de Trabajo, la entidad tramitó 162 mil 458 nuevos contratos laborales (75% temporales), 55% de los 296 mil 050 tramitados en el mismo período del 2019, año en el que se generaron 52 mil 040 empleos, todos informales.
La mitad de los empleos en Panamá son informales. A junio 2021 había 825 mil 906 trabajadores informales, 48 mil 744 más que los 777 mil 162 existentes a agosto 2020, lo cual corrobora que la totalidad de la expansión del empleo entre septiembre 2020 y junio 2021 fue informal, tendencia que se va a mantener.
Crear empleo formal será un reto. Dos de cada tres empleos generados en los últimos 15 años vinieron de 7 sectores en dificultades y con crecientes niveles de informalidad. Estos incluyen al comercio (47.2%), construcción (58.9%), industria (60.4%), logística (59.5%), turismo (52.1%), aervicios administrativos (52.4%) y agricultura (74.5%).
Cada $1 en salarios privados aporta $0.26 a las finanzas del Estado ($0.15 vía Impuesto sobre la Renta, $0.0975 CSS y $0.0125 Seguro Educativo).
El salario del funcionario también, pero al ser el Estado el empleador, es como “sacarse de un bolsillo para metérselo en el otro”. Los informales aportan poco a las finanzas del Estado y sólo 17% de ellos cotiza a la CSS.
El Gobierno adelanta esfuerzos para atraer Inversión Extranjera Directa (IED) y explorar nuevos sectores económicos, como la minería, sector donde la informalidad es del 7.2% (2019). En este contexto, negocia un nuevo contrato con la empresa Minera Panamá, la mayor inversión extranjera en el país ($6.7 mil millones), y que según Informes del Centro Nacional de Competitividad y la firma Indesa genera unos 39 mil empleos formales directos, indirectos e inducidos, así como $583 millones anuales en consumo a otros sectores de la economía.
Respetando las posiciones a favor y en contra de la minería, así como las consideraciones de tipo contractual, económico, ambiental, etc., el proceso de negociación es tan importante como el producto y los acuerdos que se logren alcanzar. Su manejo marcará “un antes y un después” de la IED en el país.
Independientemente de los sectores, los empleos vendrán de las inversiones que logremos atraer, nacionales y extranjeras. Necesitamos IED para desarrollar los sectores estratégicos (no sólo minería). Y la mejor referencia para atraer IED es la experiencia de los inversionistas que ya invirtieron en el país.
El autor es consultor empresarial
