Aunque Panamá ha perdido competitividad en los últimos años, como refleja su evolución de los distintos índices que miden este factor en las economías del mundo, “Panamá sigue siendo un país competitivo” y su desempeño en casi todos los pilares del Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial supera a los pares de América Latina.
Así lo manifestó ayer Alejandro Santos, jefe de Misión de Panamá del Fondo Monetario Internacional (FMI), durante su intervención en el XII Foro Nacional para la Competitividad.
No obstante, Santos y el resto de los panelistas plantearon también algunos de los “cuellos de botella” que debería atender el país para mejorar su nivel de competitividad.
Estos obstáculos tienen que ver con las instituciones, las regulaciones, el mercado laboral, la educación y la innovación.
En lo que se refiere a las instituciones, Santos dijo que se necesita reforzar la eficiencia de la administración pública para elevar la calidad en la provisión de los servicios públicos.
Programa de apoyo financiero a pymes
La representante en Panamá del BID, Verónica Zavala, destacó la respuesta al programa de estímulo a las pequeñas y medianas empresas. De una primera asignación de $150 millones ya se han desembolsado $94 millones. Zavala adelantó que ya se está trabajando en un segundo tramo de otros $150 millones.
En el mismo sentido, la representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Panamá, Verónica Zavala, habló en su intervención de que “hay espacios de mejora en la articulación y ejecución por parte del sector público. Todos los recursos tienen que ser utilizados con la mayor eficiencia. La mejora en la calidad del gasto es sumamente importante”, indicó Zavala, quien resaltó que los fondos estatales se deben utilizar con responsabilidad, teniendo en cuenta, además, que se están tomando de endeudamiento.
Sobre este aspecto, el presidente del Centro Nacional de Competitividad, Irvin Halman, comentó que “en la medida que seamos más eficaces en el uso de los recursos, con una menor recaudación podemos lograr los objetivos que se buscan... Si se generan ahorros con eficiencia se podrán hacer inversiones en aquellos renglones que sean más relevantes”.
Entre las tareas institucionales, el representante del FMI también se refirió a la necesidad de reforzar instituciones como sistema judicial para beneficio de los ciudadanos y de las compañías. Al respecto, Halman señaló que la seguridad jurídica es clave para mantener la inversión privada. “El inversionista busca competir en igualdad de condiciones y en el momento que surjan desacuerdos se pueda acudir a la justicia en derecho. Así siente que su inversión va a ser bien atendida en el momento que surja un conflicto”.
Otro de los aspectos que fue mencionado en varias intervenciones tiene que ver con la regulación tributaria, cuya reforma contribuiría a mejorar el clima de negocios en el país. Santos dijo que se deberían revisar las exoneraciones y los subsidios que se conceden ya que inciden en la menor recaudación. En ese sentido, Zavala calificó como una “triste paradoja” el hecho de que Panamá sea un país con baja recaudación y que además sea difícil pagar los impuestos.
En el marco de la pandemia ha tomado especial relevancia la conectividad digital, haciendo más notable la brecha entre los que tienen acceso a la tecnología y los que no la tienen. Zavala señaló que esto incide en la educación y también en el tejido empresarial.
“Las empresas que no estén suficientemente digitalizadas van a quedar por fuera. Si no hay una transformación digital agresiva se van a quedar rezagadas las empresa pequeñas y medianas, que son las que emplean a mayor cantidad de personas”, dijo la representante del BID.
Una pieza clave en ese proceso de transformación pasa por mejorar la educación, que queda retratada en los resultados de las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) o en la ausencia de universidades panameñas en los principales ranking internacionales. Por eso, para Santos “es importante tener una planificación y dedicar recursos a la educación. La educación es el gasto con mayor rendimiento social, así que todo dólar que se dedique a educación es un dólar bien gastado”.