La paralización de la economía por la Covid-19, el confinamiento, la suspensión de más 270 mil contratos laborales y la reducción de salarios han tenido un impacto generalizado en la economía doméstica, pero también en la banca.
Giovanna Cardellicchio gerente de la Asociación Panameña de Crédito (APC), reveló ayer en el evento virtual “Café con La Prensa”, que con la cuarentena la cantidad de préstamos nuevos ha crecido a un menor ritmo. “Comparando el comportamiento de enero con el mes de mayo de 2020, hemos llegado hasta 88% menos en la emisión de préstamos nuevos en el país”.
La lectura que se puede sacar de esto, dice Cardellicchio, es que la mayoría de las personas no están solicitando préstamos, o los bancos están siendo muy estrictos para aprobar un crédito.
Pero, a pesar de que hay un menor crecimiento en los préstamos, el endeudamiento que mantienen los consumidores con las entidades financieras es grande. Hasta el mes de junio habían $34 mil 770 millones en deuda asociada solo a personas naturales, es decir, no incluye préstamos comerciales o empresariales.
Cardellicchio explica que si se divide este saldo entre un promedio de dos millones de bancarizados, resulta una deuda por persona de $18 mil 336. “Se trata de una deuda per cápita alta, tomando en cuenta el ingreso promedio de los panameños”, dijo.
Sobre el tema de la morosidad de los clientes con las entidades financieras manifestó que 6 de cada 100 personas tiene problemas para pagar sus deudas, mientras que el resto está pagando sus deudas a tiempo.
Planificación
Ante la incertidumbre generada por los efectos de la Covid-19 en las finanzas personales, los expertos aconsejan adoptar medidas que ayuden a generar cambios en momentos de crisis.
Marta Luna, abogada y consultora financiera quien participó como panelista en el evento, explicó la importancia de tener finanzas sanas. Recomendó a los consumidores analizar su situación, hacer un presupuesto, establecer un plan de acción a corto y mediano plazo, es decir, analizar qué compromiso se debe pagar primero y salir de las deudas con tasas de interés más altas, vender activos que están en buenas condiciones, pero que no se se están utilizando; generar otros ingresos (reiventarse, emprender); reducir gastos y refinanciar préstamos.
“Es una invitación para que produzcamos en los momento de crisis los cambios para que nuestras finanzas sean sanas”.
