El coronavirus no solo tendrá un fuerte impacto en la economía de Panamá; también lo hará en las finanzas públicas. La agencia de calificación de riesgo Moody’s calcula de manera preliminar que este año el déficit fiscal llegará al 5.3% del producto interno bruto (PIB), es decir, unos $3,500 millones, superando ampliamente el 3.1% registrado en 2019.
Se espera que la crisis del Covid-19 provoque una caída de los ingresos, mientras que el Gobierno deberá recurrir a mayor gasto público para aplacar la crisis sanitaria y reactivar la economía cuando se levante la cuarentena.
Estas dos variables tendrán un impacto en la deuda pública, que, según Moody’s, se ubicará en un 53.2% del PIB, es decir, unos $34,800 millones.
Se profundizará, así, una tendencia de aumento de la deuda pública que se venía produciendo en los últimos años.
Renzo Merino, analista líder de riesgo soberano de Panamá en Moody’s, señaló en una conversación con este diario que en dos años, entre 2019 y 2020, la carga de la deuda habrá aumentado en 14 puntos porcentuales, lo que supone “un incremento importante”.
Lejos quedará el 40%, ese umbral marcado como objetivo por la Ley de Responsabilidad Social Fiscal. No obstante, como han observado varios analistas locales e internacionales, la respuesta necesaria para resolver la crisis demandará una mayor capacidad de gasto por parte de los gobiernos, y el apego a las reglas de contención del gasto quedará en un segundo plano.
Con la declaración de emergencia nacional, se suspenden los límites de déficit fiscal previstos en la ley para este año, un movimiento que es entendido por la calificadora. “Nuestra visión en general para las reglas fiscales es que deben ser simples, deben tener capacidad para limitar el gasto, pero también deben proveer cierta flexibilidad para responder a este tipo de choques”, apuntó Merino, que también advierte la importancia de conocer el plan fiscal del gobierno para los próximos años y que, a partir de 2021, se consiga un registro de mayor disciplina fiscal.
El aumento del gasto de este año no se interpreta como una pérdida de credibilidad en la política fiscal, algo que sí sucedió cuando se conoció que el Gobierno había acumulado cuentas por pagar que representaban el 2% del PIB y con los cambios a la regla fiscal en ejercicios anteriores para acomodar la norma a las necesidades de gasto.
En la misma línea, en los últimos ejercicios aumentó el peso de los intereses generados por la deuda respecto de los ingresos corrientes, lo que limita la capacidad de gasto del Gobierno para su propio funcionamiento y para la inversión.
Por eso, Merino señala que aunque no se ha tomado ninguna acción todavía respecto a la calificación de riesgo del país, que se mantiene en Baa1, “sí hay que resaltar que este choque golpea a Panamá en un momento en el que ya habíamos visto un deterioro en sus métricas crediticias más importantes”.
El pasado miércoles, la agencia actualizó sus proyecciones de desempeño económico y fiscal para Panamá teniendo en cuenta el impacto del Covid-19.
La agencia espera una contracción de 1% en el producto interno bruto, ya que el impacto de la crisis golpeará tanto a los sectores vinculados a la economía internacional, como el Canal, los puertos o el turismo, y a la economía interna, como la construcción y el comercio.
FMI aprueba $515 millones para Panamá por Covid-19
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó una asistencia financiera de emergencia para Panamá por $515 millones.
“La pandemia ha debilitado significativamente las perspectivas macroeconómicas de Panamá para 2020 y ha abierto una brecha en la balanza de pagos estimada en alrededor de $3,700 millones”, dijo la entidad.
Panamá tendrá acceso a un “Instrumento de Financiamiento Rápido” que proporciona recursos necesarios para movilizar gastos de salud y apoyo relacionados con el Covid-19.
El pasado lunes, el ministro consejero de facilitación de la inversión privada, José Alejandro Rojas, anunció que el país tendría acceso a líneas de crédito con el FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones, entidad del Grupo Banco Mundial, por un total de $1,300 millones, que se utilizarán para hacer frente a la crisis.
Tras la discusión del Directorio Ejecutivo, Mitsuhiro Furusawa, subdirector gerente del FMI, dijo que “la pandemia de la Covid-19 ha afectado la economía de Panamá y ha creado necesidades urgentes de balanza de pagos y financiamiento fiscal”.
Calificó como “apropiada” la relajación temporal de los límites de déficit bajo la Ley de Responsabilidad Social y Fiscal, pero manifestó que “volver a un ajuste gradual una vez que la pandemia retroceda aseguraría que la relación entre deuda pública y producto interno bruto se mantenga en un camino sostenible”.