La Prensa, el diario más antiguo de Nicaragua que ha sobrevivido a terremotos, bombardeos y censuras por sus críticas al poder, recuperó toneladas de papel y tinta retenidos por el gobierno de Daniel Ortega, esquivando con ello una amenaza de cierre.
En efecto, el gobierno liberó los insumos que mantenía embargados desde hacía 18 meses tras negociaciones con el diario mediadas por la iglesia católica.
La medida “ha levantado una esperanza en la redacción, porque nosotros vivíamos esperando que en cualquier momento dejáramos de salir en la versión impresa”, afirmó el escritor Fabián Medina, jefe de información de La Prensa, que ha mantenido una posición crítica hacia el gobierno de Ortega, en el poder desde 2007.
La crisis inició en septiembre del 2018, cuando en medio de la violenta represión gubernamental contra una ola de protestas opositoras, la Aduana bloqueó sin explicación la entrega de los materiales para la circulación impresa del periódico.
“La Prensa comenzó a reportar la represión, a criticar” y el gobierno en represalia bloqueó la papelería, contó la periodista Leonor Álvarez. Fueron 92 toneladas de papel periódico, tinta, planchas, gomas, revelador para rotativa, correas y repuestos que la Dirección General de Aduanas retuvo durante año y medio en sus bodegas, pese a que el diario había pagado los impuestos de importación.
La Prensa apeló la medida tres veces por la vía administrativa pero no logró desbloquear el material.
El embargo “fue parte de una ofensiva generalizada para tratar de golpear las voces que lo desnudaban; a todo el periodismo lo quisieron callar”, subrayó Medina, en alusión a las agresiones, cierres y confiscaciones que sufrieron los medios críticos del gobierno, como el canal 100% Noticias.
Trataron de “matar lentamente” a La Prensa, pero “sobrevivimos”, festejó.
Desde su fundación en 1926, La Prensa ha enfrentado muchas censuras y cierres temporales bajo la dinastía de la familia Somoza (1937-1979) y luego durante la revolución sandinista en los años 80.

