El fisco superó con creces las expectativas de recaudación que tenía para 2010 proveniente del sector bancario.
Un breve repaso a los estados financieros de los bancos que operan en el sistema constata que a la mayoría se le ha duplicado el monto a pagar en impuesto sobre la renta (ISR).
Solo en los dos bancos más grandes del sistema, el inglés HSBC y el panameño Banco General, el fisco recaudó por lo menos un 50% de lo que adicionalmente había proyectado en la última reforma fiscal, que eran unos $80 millones.
A los bancos se les aplicó una tasa de 30%, aunque como tienen ingresos exentos, la tasa efectiva pasó de un 8% a un mínimo de 15.5%.
A ello hay que agregarle el costo de la licencia que va acorde a los activos totales de cada banco y que en algunos casos este impuesto supera el 3% en relación a los activos.
HSBC desembolsó en impuestos $38.8 millones del año fiscal 2010 contra 28.096 del año previo.
Banco General, por su parte, pagó $37 millones en comparación con $24 millones de 2009. La tasa efectiva en este caso pasó de 11.44% a 16.5%.
En el caso de los más pequeños, que en 2009 pagaron unos $200 mil en impuesto, el monto se ubica ahora en $500 mil, lo que ha tenido un impacto importante en sus utilidades.
El abogado tributarista José Javier Rivera explicó que hay dos elementos que se han unido: los bancos ganaron más en 2010 y pagaron más impuestos de lo que normalmente les correspondía.
Como consecuencia de las reformas fiscales, detalló, a los bancos se le establecieron límites para los gastos deducibles de sus distintas fuentes de rentas.
“Al tener esos límites, particularmente en las rentas de fuente local, se paga más impuestos y ese es un elemento que ha pesado en las ganancias netas de los bancos”.
HSBC, por ejemplo, presentó en 2010 una disminución de casi $11 millones en su utilidad neta, lo que su gerente, Ernesto Fernández, atribuyó al pago de 20 millones más en impuesto con respecto a 2009.
A los bancos, a diferencia de otros contribuyentes, no se les rebajó la tarifa impositiva y se les mantuvo en 30%.
El tesorero de la Asociación Bancaria de Panamá, Rolando De León, comentó que el sector está cumpliendo con un mayor aporte al fisco.
“Asumimos esta nueva realidad, revisamos nuestros presupuestos para ver de dónde podíamos ahorrar, dónde teníamos la ventana para recortar gastos y para algunos no ha sido tan traumático”.
La realidad ha sido más dura para los más pequeños, tanto locales como extranjeros, que reconocieron que se les ha hecho difícil cumplir con los nuevos impuestos sin afectar su rentabilidad.
Para los bancos que están llegando a los $1,000 millones en activos la licencia les subió de $150 mil a un millón de dólares.