Empujada por el sustantivo incremento de las ayudas fiscales y la adaptación de las empresas y consumidores a las restricciones sanitarias, la economía chilena se encamina a recuperarse antes de lo previsto del fuerte impacto de la pandemia, para crecer en 2021 hasta un 9.5%.
Después de un año de pandemia, en abril la actividad económica creció 14.1% sobre igual mes de 2020, su mayor registro mensual en tres décadas, pese a que casi un 90% de la población se encontraba bajo cuarentena tras un aumento de los contagios de coronavirus.
Y para mayo, se espera que la expansión sobrepase el 15% sobre mayo de 2020.
Si bien las cifras corresponden en gran parte a un rebote sobre el año pasado, cuando el PIB chileno se desplomó 5.8%, igual sorprendieron al mercado.
Los pronósticos auguraban una expansión más moderada, considerando que las restricciones sanitarias se volvieron a imponer a partir de marzo a raíz de una nueva ola de contagios.
“Si a principios de año me hubieran dicho que el crecimiento iba a ser de 6% habría dado mi brazo derecho”, dice a la AFP el economista de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, sorprendido como gran parte de los economistas locales de la fuerte corrección al alza que hizo el Banco Central de su estimación del PIB de 2021.
El ente emisor ajustó el miércoles al alza su proyección de marzo, desde un rango de 6% a 7% a uno de 8.5% a 9.5%.
Dos tercios de esta nueva proyección se basan en el paquete de ayuda fiscal que comenzará a ser pagado en junio y que alcanzará a más de 15 millones de personas sobre una población total de 19 millones. Esto significa el mayor desembolso realizado por el gobierno del conservador Sebastián Piñera para hacer frente a la pandemia.