Esta semana he revisado varios informes sobre tendencias y hábitos del consumidor que estimo oportuno compartir con usted, apreciado lector, en un intento por comprender las nuevas realidades del mercado que se nos presentan.
Un primer aspecto a destacar es el creciente consumo de marcas locales en algunos países.
Tal como lo destaca un informe de Accenture realizado en más de 24 mercados, las marcas locales están creciendo más que las globales.
Sin embargo, en una reciente conversación con Antonio Boadas, Chief Communications Officer de GE Appliances a Haier Company, a pesar de la crisis, los consumidores premiarán aquellas marcas más cercanas a su vida, que se conecten emocionalmente y que sean útiles a sus necesidades, más allá de que sean locales o globales.
El Global Web Index también ha generado informes muy interesantes durante la pandemia y en una de sus últimas entregas realizó una comparación entre la generación Y o Millennial nacidos entre los años 1981 y 1994 y la generación Z o Centennial, nacidos entre 1995 en adelante.
Según este informe los Centennials (Z) se alejan de los Millennials (Y) y apuestan más por la compra en tiendas físicas; es decir, la generación Z a pesar de estar más conectada valora más tener experiencias físicas de consumo.
En datos, el 69% de los Centennials encuestados prefieren acudir a tiendas físicas, mientras que el 61% de los Millenials apuestan más por el e-commerce.
Carlos Jiménez, uno de los analistas más rigurosos de la región presentó junto al Grupo de Diarios de América un informe en el cual encuestaron a más de 13 mil personas sobre las tendencias digitales en América Latina y a la pregunta ¿Qué valoraré después de la crisis?, respondieron lo siguiente: 67% disfrutará más de las relaciones, 54% revisará con más detenimiento sus necesidades antes de realizar compras, 49% le dará más importancia al ahorro y 46% pasará más tiempo con su familia.
Esta valoración es muy importante, porque después de un largo período de aislamiento social, las marcas tienen una deuda con la experiencia y el marketing de experiencias tendrán que regresar con nuevos ímpetus a las relaciones físicas, un poco menos digital, más cercanas y balanceadas.
Aunque algunos hablan de una abominable nueva normalidad, lo cierto es que la verdadera normalidad de la humanidad está en el abrazo, en el encuentro físico y las relaciones humanas.
Somos seres gregarios y un virus no va a matar lo que está en nuestro ADN desde hace más de 2 millones de años, tiempo del que se presume data el Homo Naledi.
Otros datos ponen en evidencia a un nuevo consumidor más saludable, no sólo orientado al ejercicio físico sino también al desarrollo de hábitos de alimentación sana, una mayor búsqueda de entretenimiento, más prudente en sus compras debido a la reducción de sus ingresos, sostenible y más consciente de favorecer marcas responsables social y ambientalmente, más selectivo para preservar su salud mental y emocional, entre otros aspectos.
El autor es consultor en comunicación estratégica