Emisores piden alivio para enfrentar crisis

Emisores piden alivio para enfrentar crisis


Un total de 16 empresas han solicitado al mercado la modificación de los términos y condiciones de las emisiones de deuda desde que se inició la crisis del nuevo coronavirus.

El monto en circulación de las emisiones que se pretenden modificar suma $146.7 millones, cifra que representa una fracción, apenas un 0.75% sobre los $19,693 millones que hay en circulación en el mercado de renta fija de Panamá.

Aunque la inmensa mayoría de emisores sigue haciendo frente a sus compromisos, existe un grupo que ha iniciado los trámites para modificar las condiciones.

Entre los emisores hay varias compañías que se desempeñan en el sector financiero, y también en otras actividades que se han visto especialmente afectadas por la paralización de la economía.

Este es el caso de Power Gen, que alquila equipo industrial y para la construcción y Hormigoti, dedicada a alquiler de equipos de construcción venta de concreto.

En el sector de la construcción y bienes raíces se desempeña Ideal Living, que efectuó una emisión para para el desarrollo del proyecto inmobiliario Santa María Golf & Country Club, y ahora solicita modificar los términos y condiciones, producto de la crisis.

Del sector comercial se destaca un emisor como Albrook Leasing, ligado al grupo empresarial propietario del centro comercial Albrook Mall.

Otro de los sectores fuertemente afectados por la pandemia es el turístico, en el que se desempeña el emisor Ithaca Investment Trust, vinculado al propietario del antiguo Trump Ocean Club, el rascacielos que fuera símbolo del desarrollo inmobiliario de la ciudad de Panamá.

Las modificaciones solicitadas consisten en aplazamientos de pagos de intereses o de capital que estaban por vencer en los próximos meses.

Lo que se está planteando es extender los plazos de las emisiones, y los intereses se pagarían en nuevas cuotas o acumuladas al final del periodo.

Hay algunos casos, pero son minoría, en los que los emisores han solicitado una rebaja en la tasa de interés, comentó Olga Cantillo, vicepresidenta ejecutiva y gerente general de la Bolsa de Valores de Panamá.

Las modificaciones solicitadas por los emisores se hacen bajo el amparo del Acuerdo 3-2020 de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), que permite la modificación temporal de las condiciones para aquellos emisores que tengan compromisos que cumplir entre el 25 de marzo y el 30 de septiembre.

Para que puedan ser concretadas, las nuevas condiciones deben ser autorizadas por los tenedores de la deuda. En este caso, ya han recibido el consentimiento de modificación cuatro emisiones.

Desde la industria de valores han comentado que los cambios a las emisiones demuestran que el mercado puede adaptarse a la nueva realidad marcada por la pandemia del coronavirus.

Por eso, fue unánime el rechazo al proyecto de ley 413, que propone una prórroga automática de los pagos de capital de los valores registrados en la SMV.

La Cámara Panameña del Mercado de Capitales, la Cámara de Emisores de Valores de Panamá, la Cámara Panameña de Administradores de Sociedades de Inversión y Fondos de Pensión y la Bolsa de Valores de Panamá aseguraron que la iniciativa tendría “efectos perjudiciales en la confianza de los inversionistas, ya que dispone una medida generalizada de aplazamiento de obligaciones de pago y erosiona la seguridad jurídica en nuestro mercado de capitales y en el país, dejando en estado de indefensión a los inversionistas”.

El proyecto fue prohijado por la Comisión de Comercio y Asuntos Económicos de la Asamblea, pero no ha tenido mayor recorrido y esta semana culmina el periodo de sesiones ordinarias en el Legislativo.

Objetivo: Cumplir con la deuda y ajustarse a una nueva realidad

Rogelio Rengifo

La extensión de las emisiones es una iniciativa del mercado de capitales que contempla no solo la realidad actual, que es de limitado acceso tanto a financiamiento de bancos como de inversionistas privados e institucionales de manera simultánea, de igual manera suma el reto de un futuro inmediato con muchas dislocaciones financieras que surgen y deben ser atendidas. En una coyuntura crítica como la que nos agobia, el alivio que buscan para individuos, en la figura de moratoria en hipotecas y deudas bancarias, no se aleja mucho de lo que busca una empresa regulada, calificada, auditada, y sujeta al escrutinio público de propios y terceros. No importa cuan longeva, sólida, líquida, o bien capitalizada una empresa se mantenga, si todas las opciones de financiamiento se limitan al unísono, se crea una situación de estrés financiero.

Con la extensión de vencimientos próximos, y recalco, próximos, ya sea por tres o seis meses, permite al engranaje financiero de las empresas cumplir con el servicio de deuda y se logra un espacio en el tiempo para que las empresas emisoras se ajusten a la nueva realidad.

En otros centros financieros a nivel mundial, varios sectores de la economía reciben apoyo y recursos, mediante garantías, créditos y estructuras financieras de apoyo. En nuestro modelo financiero en Panamá, con los pros y contras de no tener un banco central ni política monetaria, hay limitaciones para que el Estado apoye a sectores no bancarios de manera expedita y efectiva.

La realidad se presenta así, en donde hay modelos de apoyo para ciertos protagonistas financieros al más alto nivel, y bolsas de comida para los estratos bajos. Pero el sector emprendedor se enfrenta a retos novedosos y severos algo huérfano de apoyo. Sin embargo, es justo comentar que en la actualidad se presentan iniciativas a nivel de gobierno, para el sector de las pymes y empresarial medio, que esperemos logren la tracción necesaria, a nivel de políticas públicas, ejecución, seguimiento y transparencia.

El autor es economista

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