En la bolsa, el tiempo es tu aliado



En un mundo de tasas de interés tan bajas, la pregunta que todo inversionista se hace es: ¿dónde invertir para generar un retorno adecuado ajustado al riesgo?

Aquí surge un dilema: por un lado, la categoría de bonos de “alto rendimiento” no le hace justicia a su nombre, ya que los bajos rendimientos actuales no justifican el riesgo de impago al que se expone el inversionista, pero, por otro lado, pareciera que las valoraciones de algunos sectores de las compañías listadas en bolsa también están por encima de los promedios históricos: los índices bursátiles coquetean con niveles récord todas las semanas.

Entre más suben los precios, por definición, los retornos a futuro son correspondientemente menores.

En las últimas semanas, las tasas de interés han subido de forma relativamente dramática, impulsadas en gran parte por miedos de inflación, gracias a los esfuerzos de la Reserva Federal de estimular la economía, sin embargo, todavía se encuentran en niveles históricamente bajos.

Entonces, queda la duda: si el rendimiento real del efectivo es prácticamente cero por ciento, y el riesgo que un incremento en la inflación reduzca el poder adquisitivo del inversionista es inminente, pero por otro lado no se sabe si los niveles de la bolsa son sostenibles, ¿Qué hacer?

Si bien, no podemos predecir lo que sucederá mañana, el profesor Benjamin Graham nos enseñó un método que puede servir en un ambiente como este: “Value Investing”.

Esta filosofía se centra en invertir en compañías que cotizan por debajo de su valor intrínseco. Esto puede parecer una tarea difícil, y más aún, cuando probablemente estas no son las inversiones más glamurosas en la era de vehículos eléctricos, SPACs y criptomonedas.

Aunque esta tarea puede sonar abrumadora, la clave está en seguir algunos pasos no tan complicados: evaluar la información pública de las compañías e identificar negocios sólidos en los que a uno le gustaría ser dueño, ser paciente, contar con un período de inversión a largo plazo, y filtrar las emociones de “Mr. Market”, quien, de forma contraproducente, tiende a inducir a comprar cuando los precios están subiendo y vender cuando los precios están deprimidos.

Si bien esta fórmula no necesariamente es a prueba de todo y, por naturaleza, las acciones comunes son volátiles, invertir en una empresa sólida y rentable a largo plazo podría generar retornos saludables, superiores a otras alternativas.

Como diría Warren Buffett: “Nuestro período de inversión favorito es para siempre”.

El autor es financista y abogado

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