Después del fuerte impacto sufrido en 2020 por las restricciones impuestas para contener la pandemia, la Empresa Nacional de Autopistas (ENA) espera cerrar este año con un nivel de ingresos equivalente al 75% de los obtenidos en 2019.
Según datos facilitados por la empresa pública, en 2019 los ingresos de los corredores Norte, Sur y Este sumaron cerca de $175 millones. En 2020, fueron de $98 millones, es decir, una caída de 44%.
Para este año, teniendo en cuenta la expectativa de cerrar en un 75% del nivel de 2019, los ingresos superarían los $131 millones.
Luis Ábrego, gerente general de ENA, dijo a este diario que “nos hemos ido recuperando a buen ritmo”, aunque todavía queda camino por recorrer.
Calculó que a finales de 2022 o inicios de 2023 se podría regresar a los niveles de tráfico e ingresos de 2019. Todo dependerá del nivel de recuperación de la economía y de que no regresen las restricciones.
Hay tendencias que ha dejado la pandemia, como el teletrabajo, que inciden a la baja en el tráfico de los corredores, aunque Ábrego también señala que los centros donde se instalan los Panapass -etiquetas para poder usar las vías de peaje- no han dejado de trabajar, en parte por el comportamiento de la venta de autos nuevos en el país, mejor de lo esperado.
Otra consecuencia de la crisis es el aumento de la morosidad. Ábrego señaló que cuando asumió la administración, en julio de 2019, había cuentas morosas por unos $3.5 millones y actualmente la cuenta suma $6 millones.
Uno de los objetivos de ENA es que para renovar la placa del auto o poder traspasarlo, se le exija al propietario estar al día con los corredores.
Ábrego comentó que por usar las vías sin saldo se han puesto 2 millones de boletas desde 2017. Los ciudadanos pagan esas boletas a la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), pero dejan el saldo de las cuentas de ENA.
Por eso, la empresa pública mantiene conversaciones con la ATTT para intentar aprobar algún tipo de norma que dé más músculo a la gestión de cobro.
El gerente de ENA también dijo que podrían interponer demandas contra usuarios que tienen cuentas pendientes por miles de dólares, aunque aclaró que se trata de un grupo reducido.
Cuando alguien pasa por el corredor sin saldo, la barrera se mantiene unos segundos fija, pero se termina levantando. Esto se hace para evitar tranques y el consiguiente perjuicio a los usuarios que sí pagan.
No obstante, Ábrego adelantó que a partir de enero se va a ampliar el tiempo que las barreras permanecen fijas para aquellos que pasan sin fondos.
El año pasado, ENA reestructuró las deudas de los corredores Sur y Este, con una emisión de bonos de $400 millones.
La nueva estructura mejoró la capacidad de la entidad para invertir. Uno de los proyectos que pretende ejecutar ENA es un viaducto que conecte el corredor Norte, a la altura de Villa Lucre, con el corredor Sur, en la zona de Metro Park, un proyecto que aún está en fase de estudios.