‘No entramos a la lista gris por el sector financiero’

‘No entramos a la lista gris por el sector financiero’


Banco Aliado ha sido el primer banco en mover ficha este año en el proceso de consolidación que vive la industria bancaria panameña.

El pasado 31 de mayo firmó un acuerdo para adquirir Banco Panamá, una operación que consolidará a Banco Aliado como el cuarto banco privado de capital panameño de la plaza, con unos de $4,200 millones en activos. Alexis Arjona, presidente ejecutivo de Banco Aliado, explicó a La Prensa los detalles de la operación y las expectativas con la nueva dimensión del banco.

¿Cómo se produjo la transacción?

El año pasado, en el mes de marzo, tomamos la decisión de buscar una fusión con otro banco o una compra. Estando en la búsqueda de un socio, Banco Panamá nos visitó y nos ofreció el banco en venta. Siempre tuvimos una muy buena impresión de Banco Panamá. Nos parece que de los bancos surgidos desde 2008 era de los mejor llevados. Había logrado establecer una marca y clientela interesantes. Eso despertó nuestro interés porque el valor añadido que podíamos obtener era incorporar un recurso humano joven y talentoso, además de una banca de personas que Aliado no tenía.

Aliado ha sido hasta ahora un banco corporativo. Banco Panamá nos trae una cartera interesante de hipotecas residenciales, de depósitos relacionados con esa cartera, una pequeña red de sucursales con muy buena imagen y con resultados eficientes.

El banco decidió hacer una oferta por $210 millones, que fue aceptada por escrito. Ahí empezó una nueva etapa que fue notificarnos ante la Superintendencia de Bancos, que concedió de forma muy rápida la no objeción.

Luego vino la firma del acuerdo para adquirir el 100% de las acciones de Banco Panamá.

“El consumidor panameño llegó a un nivel de endeudamiento que ya no es sostenible y ha tenido que cambiar sus patrones de consumo y eso ha hecho que la economía baje de velocidad”.


Alexis Arjona
Banco Aliado.

¿Cuáles son los siguientes pasos en el proceso?

Hasta que entreguemos el cheque, somos dos bancos distintos. Los planes son que el cierre de la operación se pueda dar en la segunda quincena de septiembre y Aliado aspiraría a completar el proceso de integración para finales de enero de 2020. Hay muchas cosas en común. Usamos el mismo sistema de cómputo, tenemos el mismo cierre fiscal.

Aliado pretende incorporar a la mayor cantidad posible de colaboradores de Banco Panamá porque ellos tienen un negocio que nosotros no tenemos.

Entre los empleados del banco adquirido se suele generar incertidumbre...

La va a haber, porque en algunas áreas se generan duplicidades y va a haber que tomar decisiones. Sin embargo, nosotros estamos tratando de que sean las menos posibles. Esta no es una transacción basada en sinergias, es una transacción basada en crecimiento y en sumar. Ahora estamos en un proceso de homologación en todos los aspectos: colaboradores, productos, negocios, locales, estrategias, sistemas informáticos. Estamos viendo qué tiene cada uno para que salga lo mejor posible.

¿Crecerá el rango de productos que ofrecen?

Banco Panamá nos trae una clientela y cartera que no teníamos, como la hipotecaria y la mediana empresa. Nosotros estábamos concentrados en empresas más grandes. Nosotros tenemos productos que ofrecer a esos clientes que Banco Panamá no tenía. Tenemos una compañía de seguros, Aliado es el segundo factoraje del mercado, que es una forma de crédito muy común; tenemos otra subsidiaria que se encarga de negocios de leasing de todo tipo, no solo vehículos.

¿Hay espacio para más consolidación?

La tendencia se va a seguir dando. Zona Libre de Colón (ZLC) traía un factor distorsionador de la banca porque los créditos otorgados a la ZLC se calificaban como créditos locales, pero su fuente eran mercados internacionales. La ZLC ha bajado sensiblemente su volumen y eso achica las posibilidades de hacer negocios. Nosotros tuvimos 15% de nuestra cartera en ZLC y ahora es 6% y la tendencia es a seguir bajando. Ha habido que reemplazar los negocios de alguna manera. Aquellos que no lo hayan hecho están viendo sus oportunidades un poco mermadas.

La realidad es que va a seguir la consolidación. Y la Superintendencia lo ve con buenos ojos. Es mejor tener menos instituciones, más grandes y más sólidas.

¿Cómo están sintiendo la desaceleración de la economía?

Los bancos somos un espejo de la economía. Si la economía crece rápido, los bancos crecen rápido y viceversa. Los porcentajes de crecimiento de los bancos al 31 de diciembre son de 5%, 6% o 7% en activos, mientras que hace 10 años veías crecimientos de 20%.

La economía de Panamá creció mucho, en gran medida por el consumo. El problema es que era un consumo financiado. El consumidor panameño llegó a un nivel de endeudamiento que ya no es sostenible y ha tenido que cambiar sus patrones de consumo y eso ha hecho que la economía baje de velocidad.

Hay filones de la economía que hay que gestionar mejor, como el turismo. También se debe mejorar el transporte y las infraestructuras. Tratar de dinamizar la economía a través de sectores tradicionales no va a dar resultados.

Panamá entró en la lista gris del Grupo de Acción Financiera. ¿Cómo afrontan esta situación?

No es el sistema financiero por el que se está entrando en la lista gris, es más que todo por el sector no financiero. El sector financiero ha hecho su tarea. La ley ha sido clara. Se han dado los pasos que había que dar. Nos toca a nosotros informar al resto del mundo realmente cuál es la razón de esta nueva inclusión. Para defendernos solo podemos decir quiénes somos, cómo lo estamos haciendo y que no somos los causantes.

Para el nuevo gobierno, ¿cuál sería su recomendación? Hay una corriente que piensa que Panamá no debe seguir los estándares de GAFI...

Pero seguimos viviendo en el mismo planeta. Los jugadores grandes del mundo definen las reglas del juego. Si quieres jugar, te tienes que portar de cierta manera. No hay nada que un país como Panamá pueda hacer para cambiar esas reglas.

En 42 años como banquero he vivido todos los cambios habidos y por haber. No importa qué hagamos, siempre nos van a encontrar algo nuevo por lo cual presionarnos.

El Centro Bancario de Panamá tiene alrededor de $120 mil millones en activos. En Gran Caimán hay $900 mil millones.

En Panamá los bancos tienen oficinas, gente trabajando y clientes que entran todos los días. En Gran Caimán los bancos están en una gaveta y sin embargo nadie se mete con Gran Caimán. Porque Panamá no está indexado a ningún país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Panamá no tiene banco central, no tiene prestamista de última instancia, no tiene moneda propia y sin embargo el centro bancario crece y los clientes siguen viniendo porque es más fácil hacer negocios.

LAS MÁS LEÍDAS