Estados Unidos impedirá enviar dinero a Cuba a través de entidades controladas por los militares cubanos, según un documento oficial divulgado esta semana, que amenaza la operativa de la empresa estadounidense de servicios financieros Western Union y que fue rechazado por La Habana.
La norma se enmarca en la política del gobierno de Donald Trump de denegar al gobierno cubano acceso a recursos en relación con remesas y debe entrar en vigor el 27 de noviembre, un mes después de su publicación la próxima semana.
La iniciativa, enviada al Registro Federal por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro, cancela licencias que hasta ahora permitían que entidades y subentidades bajo la órbita del ejército o los servicios de seguridad cubanos obtuvieran fondos por actuar de intermediarios de las remesas, o por recibir comisiones por procesar transacciones de remesas.
Esto podría leerse como ‘La norma Western Union’, porque ellos son los que se verán más afectados, explicó John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, una organización que asesora a empresas estadounidenses sobre negocios en la isla.
Western Union, que lidera el mercado de remesas en Cuba, opera a través de Fincimex, la entidad financiera que gestiona el dinero enviado a la isla.
Fincimex es una filial de Cimex, subsidiaria a su vez de GAESA, el conglomerado empresarial militar más poderoso de Cuba.
Western Union tendrá que tomar algunas decisiones, entre ellas abandonar el mercado cubano, o convencer al gobierno cubano de cambiar el estatuto de Fincimex para que no esté afiliada a los militares, señaló Kavulich.

