La Corte Suprema de Estados Unidos recibió ayer la petición de las compañías Nestlé y Cargill de poner fin a las demandas en su contra por complicidad con el trabajo infantil forzado en las plantaciones de cacao en Costa de Marfil.
El máximo tribunal podría aprovechar este caso para limitar la posibilidad de reclamar una indemnización a empresas estadounidenses por violaciones de derechos humanos cometidas en el resto del mundo.
Seis malienses aseveran que fueron reclutados en su infancia y sometidos a esclavitud en plantaciones de Costa de Marfil, donde la filial estadounidense del grupo suizo Nestlé y el gigante estadounidense del comercio y procesamiento de materias primas agrícolas Cargill compraban cacao.
En 2005, presentaron una demanda en Estados Unidos contra Nestlé USA y Cargill, argumentando que las dos empresas sabían lo que estaba pasando en estas plantaciones.
Después de varios giros, los tribunales federales validaron el procedimiento iniciado bajo una ley de 1789, el “Alien Tort Statute“, que permite recurrir a los tribunales civiles estadounidenses en casos de violaciones del derecho internacional.
Esta ley, inicialmente concebida para luchar contra los actos de piratería, cobró nueva vida desde hace unos cincuenta años.

